Happy end
He terminado mi traducción. Y además la novela acaba bien. Me queda el penoso trabajo de corrección y luego... un par de días de vacaciones. Tengo otro libro esperando.
Terminar uno de estos trabajos te deja un poco vacío, después de casi 350 páginas y varios meses inmerso en ellas. Pero es un vacío muy distinto al de la creación poética. Aquello es como levantarse con sol y decir: hoy voy a la playa porque no tengo absolutamente nada que hacer. Acabar un poema es como pensar: qué playa.
En cualquier caso llueve. Creo que lo que haré es releer algún libro de buen recuerdo, ver películas malas en la tele y pensar. O mejor esto último no. Me estaba quitando.
A lo mejor sólo estabas pensando en quitarte...