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Un poema de Alberto Tesán

alberto-tesanAlberto Tesán (Santa Perpí¨tua de Mogoda, Barcelona, 1971) ha publicado los poemarios El mismo hombre (1996) y Piedras en el agua (2003), ambos en la editorial Pre-Textos, y figura en varias antologías. Aunque apartado del mundo editorial desde hace algún tiempo, su obra sigue creciendo y tal vez un próximo libro no tarde mucho. Como adelanto, os ofrezco uno de sus inéditos, en su línea realista y desasosegante. Si queréis leer más, os remito a su página en Las Afinidades Electivas: http://lasafinidadeselectivas.blogspot.com/2008/03/alberto-tesn.html

LA CULPA DE TODO

Recién amanecido,
lo repites delante del espejo.
Escuchas los eructos del vecino,
su brillante monserga escatológica.
Te humedeces el rostro
con agua muy caliente
hasta que no soportas el dolor,
y ahora lo repites en voz alta:
No puede estar pasando.
Ella abre la puerta y te contempla.
No dice nada, se baja las bragas,
se sienta, y comienza a orinar.
El sonido te irrita.
Deseas que se vaya.
Cuando acaba, se rasca la cabeza,
se incorpora, y desaparece.
Entonces, piensas en sus labios,
piensas en vuestras vidas,
piensas, no puedes evitarlo,
en piedras y cuchillos.
Vuelves a repetirlo:
No puede estar pasando.
Regresas a la cama
y se hace la dormida.
Introduces tus dedos en su sexo.
Está mojada.
La penetras con fuerza,
hasta que te derramas.
Ella gime, te pide más.
Pero no puedes dárselo.
Está llorando cuando te retiras.
No importa. Todo pasa.
El dinero. La culpa es del dinero.
archivado en:
tomas rivero
tomas rivero dice:
06/10/2009 15:42

Pues fíjate amigo Jose que después de leer el poema de Alberto Tesan me he animado y lo voy a seguir yo. Improviso:

TRAYECTO

Bajo las escaleras pensando en ella
me cruzo con mi vecina Rosana que me mira con amor,
seguro que me echaría un polvo
con sus ojos de miel,
la veo tender la ropa interior y me sorie
siempre me sonrie, su ojos de miel.
En la esquina llueve pero en la parada del bus
no,
llegaré tarde al trabajo, pero me importa un bledo el curro.
Anoche soñé con mi prima Amelia,
aquel primer amor, mi prima era caliente,
recuerdo su boca,
el tiempo,
a pasado el tiempo y nadie ha venido a rescatarme
de este silencio manso como la lluvia.
Llueve en la parada del autobús. En las esquinas no.
Ella duerme o llora en la cama.
Yo pienso en el dinero. En la vida.
Ojalá todo fuera un sueño.

¿Qué? Viva el realismo. Estoy dispuesto ha hacer veinte al día como este.
¿Me darán el premio Nobel o el Nuble, que decía mi amigo M.Pacheco.

Besos desde el cinturón rojo. O de lo que queda de él.
Tomás Rivero

Jose Luis Piquero
Jose Luis Piquero dice:
06/10/2009 16:40

Pues nada, Tomás. A todos los que dicen cosas como "yo hago veinte de esos al día" siempre les digo lo mismo: Adelante, cierra el pico y empieza.
Saludos.

vicente garcia
vicente garcia dice:
07/10/2009 04:03

Yo creo que Alberto Tesán es de los mejores poetas actuales.

tomas rivero
tomas rivero dice:
07/10/2009 11:48

José, "otras lecturas" de las que soy heredero y a las que me debo en cuerpo y alma, me prohíben tal menester. El "realismo" no es otra cosa que la mera descripción de una supuesta realidad, que supuestamente existe. Y yo defiendo que no. La realidad es un espejo. A mi me interesa el "otro" que en el azogue mora. Que la superación de la realidad pasa por "desacreditarla". Y que ese empeño en su reconocimiento, hecho poema, da paso al desgarro pasional de la "españa cañí".

Besos de madera flotan en humanas inundaciones.

Tomás Rivero