Summer time
Aparte de eso, corrijo pruebas para la antología que voy a sacar en breve, trabajo en una traducción, leo y releo... Y disfruto de un verano aún con pocos turistas. La escritura me asalta donde menos me lo espero, así que no salgo de casa sin mi libreta roja de hojas blancas, que tanto me gusta mancillar. Y escribo como un loco: casi un poema al mes. (¿De qué os reís?).
Lástima tener un sentido trágico de la vida, como Unamuno. Si no, lo que gozaría...
La antología de que hablas, ¿es tuya? Da datos, please. Y del sentido trágico de la vida habría mucho que hablar. Uno no se imagina, un poner, a Unamuno viviendo en Islantilla, o haciendo de la vida que allí te gusta (muy comprensiblemente) llevar los elogios que tú haces. Quiero decir que el tuyo es un sentido trágico que admite el hedonismo y hasta el placer de vivir. Sólo que el cuerpo (o la cosa) más perfectos que haya tienen sombras, y las producen. No negarse a verlo no es sentido trágico: es pura sensatez.