Reencuentro
Anteayer me acerqué a Huelva para asistir a la lectura de Luis Muñoz. Fue emocionante volver a escuchar poemas que hacía tiempo que no leía (tengo algo más recientes los de su último libro, Querido silencio) y, sobre todo, poder darle un abrazo. No tenemos muchas ocasiones de encontrarnos.
Conocí a Luis hará unos quince años en Granada y simpatizamos desde el principio. Luego nos hemos encontrado aquí y allá (Madrid, Oviedo...) y hemos coincidido en varias antologías, lo que también une a la gente, ¿por qué no? Recuerdo noches estupendas bebiendo copas hasta las tantas y hablando incansablemente de cualquier cosa y puedo asegurar que no hay muchos poetas con quienes me guste hacerlo.
Luis es un tipo dulce, inteligente, culto y un gran poeta, uno de los mejores de mi generación. Desde aquí recomiendo su poesía completa, publicada en Visor con el título de "Limpiar pescado", y su último libro, el ya citado "Querido silencio" (Tusquets), en el que su voz se hace más esencial que nunca, más necesaria e indagadora. No os arrepentiréis.
Lástima, no pude quedarme a cenar con él y con Paco Silvera (que sigue al pie del cañón juanramoniano con esto del Trienio). Pero habrá otras ocasiones. Mientras tanto, espero leer pronto el reportaje-entrevista sobre Luis que Paco Huelva está a punto de publicar en el Odiel.
Conocí a Luis hará unos quince años en Granada y simpatizamos desde el principio. Luego nos hemos encontrado aquí y allá (Madrid, Oviedo...) y hemos coincidido en varias antologías, lo que también une a la gente, ¿por qué no? Recuerdo noches estupendas bebiendo copas hasta las tantas y hablando incansablemente de cualquier cosa y puedo asegurar que no hay muchos poetas con quienes me guste hacerlo.
Luis es un tipo dulce, inteligente, culto y un gran poeta, uno de los mejores de mi generación. Desde aquí recomiendo su poesía completa, publicada en Visor con el título de "Limpiar pescado", y su último libro, el ya citado "Querido silencio" (Tusquets), en el que su voz se hace más esencial que nunca, más necesaria e indagadora. No os arrepentiréis.
Lástima, no pude quedarme a cenar con él y con Paco Silvera (que sigue al pie del cañón juanramoniano con esto del Trienio). Pero habrá otras ocasiones. Mientras tanto, espero leer pronto el reportaje-entrevista sobre Luis que Paco Huelva está a punto de publicar en el Odiel.