¡Vaya mierda de país!
Inventando géneros: mézclese el surrealismo con lo real no-maravilloso. Historias de aquí.
estamos en manos de gentuza , ¿hasta donde llegaran?
España es una fiesta permanente. ¿Cuál será la próxima?
Un abrazo
Ernesto
1.- Hizo algo que no podía hacer.
2.- Lo que no podía hacer e hizo es punible.
3.- Si es punible, ¿por qué no se le ha de condenar?
4.- Ello no quita que la sentencia sea (tal vez; no soy jurista) desproporcionada, disparatada, etc.
5.- Más aún si contamos la paradoja que, en una trama de corrupción, de momento el único condenado es el juez. He aquí el motivo de una gran indignación en un gran sector de la población.
6.- Lo que todo el mundo sospecha es que de ser otro tal vez nadie hubiese cargado las tintas contra él de ese modo.
7.- La envidia es muy mala.
8.- Habría de haber sido más prudente a causa del punto 7.
9.- Pero... Y vuelvo al punto 1.
Del 1 al 9 suscribo todos los puntos de Josep Carles Laínez.
Punto 10: no quiero que ningún juez grbe las conversaciones que tengo con el abogado que me defiende... ¿O sí?
Puntos 4 y 6 de Laínez, he ahí la clave: la pena es desproporcionada (4); en cualquier otro asunto instruido por cualquier otro magistrado se anula la prueba si su práctica ha lesionado el derecho de defensa y aquí paz y después gloria (6), pero no se admite a trámite una querella por el delito más deshonroso que cabe imaginar para un juez y menos aún se impone una condena tan severa, deplorablemente sañuda e indisimuladamente ejemplarizante cuando el fiscal ha solicitado la absolución. Me he leído dos veces la sentencia. No digo que es disparatada, desde luego, pero sí que en algunos puntos es poco convincente y discutible, ello al margen de las alegrías retóricas que se permite la sala en algunos pasajes de la fundamentación jurídica, excesos impropios de una sentencia de la sala segunda del TS. Esta sentencia consagra un hipergarantismo de clase y lanza una advertencia más o menos explícita a todos los jueces instructores que tendrá, sin duda, repercusiones negativas en la persecución de la criminalidad de cuello blanco.
Saludos, Piquero.
¿Es que nadie cree que la trama destapada por Garzón es Terrorismo de Estado y que las escuchas estaban mas que justificadas para probarlo?. Eso también lo dice la sentencia...(Sólo en casos de terrorismo).Es que nos estamos volviendo locos o qué? Condenado en interés de la justicia. La ley, creía ingenuamente yo,está al servicio de la justicia y no al contrario. El juez el único condenado, para desesperarse o ¿no?. Menuda injusticia...
Exacto, Clément.
Sí sórdido... y cada vez más peligrosamente conservador...
¿Conservador?
Al juez "fashion" ya hace años que le sacaron las vergí¼enzas, y no precisamente desde ámbitos conservadores.
Leed el libro "La otra cara de Garzón" de Pepe Rei (publicado por Txalaparta) y me contáis.
Hombre, Laínez, citar contra el gato el testimonio del ratón...
sí