Quemar Sevilla
Comimos con ambos y en la cena se unieron unos cuantos amigos, todos poetas: Marga López Morales, Nacho Vallejo, Alejandro Simón y Antonio Rivero Taravillo, a quien conocí ayer pero con la sensación de que ya llevábamos mucho tiempo siendo amigos. Conexión inmediata. Y es posible que emprendamos juntos algún proyecto literario; ya os contaré. Alejandro nos regaló un ejemplar de su libro El guiño de la chatarra y Pisco nos deslumbró, como siempre, con su erudición y sus nombres propios. En cuanto a Marga, está creciendo como poeta, ajena a fáciles influencias, y espero ver, a su debido tiempo, un libro suyo.
¿Qué podíamos hacer sino quemar Sevilla? Así que la quemamos, felices...
Puedo presumir de haber estado allí. Gran honor. Y placer. ¡Qué buen maridaje, el de ambas cosas!
Abrazos.