Usted está aquí: Inicio / José Luis Piquero / Blog / Otro diario de Islantilla (16/01/2011)

Otro diario de Islantilla (16/01/2011)

Espero que me estéis echando de menos. Mi abandono se debe a que estoy dando los últimos retoques a una traducción que no sólo tengo que entregar en tiempo y forma sino que me absorbe en un aspecto personal: A este lado del paraíso, de Francis Scott Fitzgerald, una obra maestra que me ha tocado muy adentro y que me ha dicho muchas cosas sobre mí mismo. Se publicará muy pronto y entonces hablaremos. Entretanto, la convulsión de la introspección, la vuelta a ciertas preguntas esenciales...

.........

Enfrascarme en el trabajo es uno de mis placeres, como sabéis. No el único, como sabéis. Descanso al sol (otro placer distinto de los dos anteriores) y, en fin, leo y no escribo. Leer, poco. Relecturas. Algo de Wilde, algo de poesía variada. Música: Mazzy Star, Smiths, Marianne Faithful, Nacho Vegas (siempre), Lori Meyers, que les dieron el Ojo Crítico en rock/pop el año que me lo dieron a mí en poesía y les tengo mucha ley. Buscad en Spotify "El aprendiz", una sabia y emocionante revisión del sonido Beatles.

.........

No os hablé en su momento del estreno de Escépticos, el episodio piloto del programa de Luis Alfonso Gámez dedicado al pensamiento crítico y la ciencia que se ha estrenado en la ETB. En una reseña sobre un libro de Gámez que pronto publicará Clarín y que también colgaré aquí, me preguntaba con desazón cuántos estudiantes españoles seguirían dudando de que el hombre llegó a la luna. La respuesta, en parte, está en este programa, junto con todas las explicaciones que cualquier persona medianamente inteligente necesita para convencerse de que la llegada a la luna fue un suceso real e histórico. Da un poco de pena tener que repetir obviedades. Pero espero que Escépticos continúe y sea tan apasionante como su primer capítulo. El enlace para verlo: http://escepticosetb.blip.tv/

.........

Siempre me quejo de que mis amigos no vienen a verme a mi isla. Me gustaría crear aquí un espacio para el placer intelectual y la amistad y la compañía. Coño, qué pedante ha sonado. Pero, mios nenos, cuando uno vive a 50 kms. de una librería medio decente, cuando las únicas personas con las que se trata consideran exótico que uno escriba poesía que no sea poesía rociera, cuando todos los amigos están tan lejos, se echa de menos una compañía cordial y cercana. Pero en febrero me resarciré, porque tendré aquí a mis padres y a Josep Carles Laínez y Rosa María Rodríguez Magda y quizá a Rakel. El reclamo es una playa inmensa, sol todo el año, conversación, buen vino y libertad de culto.

.........

Empiezo a pensar en la poesía que escribiré a continuación. La necesidad de escribir me tiene tenso, me deprime. No es que no quiera escribir. Ni que quiera hacerlo. Sólo estoy esperando el momento inevitable, con su inevitable servidumbre de pesar y de inquietud y de zozobra. Aunque no suelo hablar de ese proceso, por consideración, digamos que escribir es un absoluto hundimiento, condimentado con un subidón eufórico, seguido de un sincero arrepentimiento y culminado con una traición. Me parece que otros poetas no lo ven así: escriben un poema y punto. Ellos con su poesía y yo con la mía. Desde que siendo casi adolescente pensaba jugarme la vida en cada poema que cometía, nunca he podido escribir un poema, ni siquiera los menos expuestos, sin una profunda convulsión que las personas que estaban conmigo durante el proceso notaban y sufrían. Igual me he puesto muy estupendo. He contado lo que hay.

.........

Rehúyo esos estados de ánimo y me alimento de costumbres salvíficas. El trabajo, por supuesto, pero no cuando resulta otro desvío a la introspección. Entonces me salva la evasión. Me he enganchado a The walking dead, la serie de zombies de la Sexta, que es como los mundos de Yupi pero con efectos especiales. Me ha parecido una metáfora de la Semana Santa, que pronto padeceremos: gente que resucita, sangre, sordidez y un misterio inexplicado que fascina a todo el mundo. Incluyendo a un facha repelente que los buenos dejan a su suerte para que se lo coman los zombies, una especie de justicia poética para un probable compañero de clase del tipo que disparó a Gabrielle Giffords. Por cierto, inmenso discurso de Barack Obama, ese hombre que sería grande si no se lo impidieran los de siempre. Ah, ya me voy por la tangente...
Eduardo Yague
Eduardo Yague dice:
18/01/2011 12:39

Me parece que describes perfectamente el proceso de escritura de poesía, al menos, yo me siento plenamente identificado. Pero, qué bien que vuelvas a escribir. Tus poemas se ansían tanto como lo nuevo de NV (espero tus comentarios sobre su nuevo trabajo, que saldrá el 14 de febrero, Día de los Damnificados).
Te debo un mail desde hace meses, pronto llegará, prometido.
Un fuerte abrazo.

Ana A.
Ana A. dice:
18/01/2011 13:31

Un placer leerte ... anoto grupo musical (hoy por la tarde en mi "espoti"), sonrío ante el asomo descriptivo de las fases de tu creación poética, pienso en el vino (uno de mis vicios), me pregunto por esa serie que mencionas y que no he visto (no veo t.v pero sí series en internet), sigo pensando ... una isla ... y te escribo.

Besos.
A.

David Fueyo
David Fueyo dice:
18/01/2011 22:01

Sigue pendiente mi visita, estamos ultimando el itinerario, no fué pijada de una noche de cervezas praviana

Jose Luis Piquero
Jose Luis Piquero dice:
18/01/2011 23:00

No problem. Avisa con antelación.