La otra cara del paraíso
Pero todo paraíso tiene un reverso. A apenas un kilómetro del casco urbano se encuentra este edificio en ruinas en donde "viven" varios inmigrantes subsaharianos. La foto no es muy buena; la hice desde el coche con un móvil porque no era posible acercarse (no son, digamos, muy hospitalarios, y no se lo reprocho). Tal vez no se aprecian los elementos que indican que allí duermen, cocinan, etc., prácticamente en la calle. Y ahora llueve y hace frío. Se puede pinchar en la foto para ampliarla y luego, pinchando de nuevo, se amplia a tamaño máximo.
Empezaron a gritarme y tuve que salir a escape. En fin: ya hace meses que algunos reportajes de televisión pusieron al descubierto esta realidad y no parece que haya habido muchos cambios.
Supongo que estas navidades la ciudad de Lepe volverá a disfrutar de su espectáculo de nieve artificial en la Plaza del Ayuntamiento.
Felices fiestas desde el paraíso.
Sí, José Luis, tienes razón. Los paraísos terrenales -los celestes no existen- siempre se alzan sobre algún infierno. Y en los paraísos de nuevo cuño, los antiguos pobres diablos mudados en ángeles, carecen de piedad alguna y actúan con maneras de aventajados demonios.
Abrazos.