Fascismo real
Como tengo en mucha estima mi estabilidad mental, procuro no leer "La Gaceta" ni ver "Intereconomía" más que lo justo para ponerme al día de vez en cuando y comprobar que el horror sigue existiendo. Hace algunos meses hablaba de la derecha española y decía: el fascio. Y un lector me reprochaba usar ese lenguaje de tiempos antiguos, un lenguaje de confrontación constante. Pero ¿ese hombre ha leído alguna vez el papel que menciono, ha visto esa cadena de televisión? Es el fascio, el fascismo levantando su voz con la legitimidad que les da la democracia que ellos detestan (y que no nos falte ni a mí ni a ellos).
Me puse a ver el "debate" de "Intereconomía". Unos individuos crispados, con una cara de haber militado en su juventud en CEDADE y haber roto en aquellos tiempos más de un cráneo sudaca o rojo o mariconsón, se bababan no sólo criticando al gobierno (lo que es legítimo) sino haciendo todo tipo de chanzas y vomitando bilis sobre mujeres, feministas, homosexuales, artistas... sólo por el hecho de ser mujeres, feministas, homosexuales, artistas... Lo del lesbianismo les obsesionaba: por ejemplo, salió a relucir la película Agora y la despacharon con el único comentario de que qué era eso de hacer una película sobre una lesbiana (sic). Y con un odio... La demagogia y la violencia verbal -he dicho violencia- eran tales que tuve que cambiar de canal, con el estómago revuelto, y mira que colecciono freakismo. Eso sí: ni una palabra sobre Gurtel ni sobre el escandalo Jaume Matas. En suma: al lado de estos comentaristas de "Intereconomía", Aznar es de extrema izquierda, os lo aseguro. Eso sí que era discurso pre-guerra civil. Y no digamos nada de los mensajitos de móvil de los televidentes, que aparecían en pantalla como sucias apostillas. Lo más suave era nazismo puro y duro.
Así que recomiendo a todo el mundo ver "Intereconomía". Creo que el convencido hallará ahí grandes motivos para seguir alimentando su odio contra la humanidad y contra todo el que es distinto a él. Y los demás encontrarán un antídoto contra el fascismo rampante que seguimos sufriendo en este país de supuestas libertades. ¿Quién está detrás de esos virus de intoxicación masiva, de ese antrax? Skin-heads del mundo, uníos. "Intereconomía" os reclama.
Buen artículo, José Luis. Porque eso es lo que has hecho, un texto en donde la realidad contrastada se hace noticia. Eso es lo que hay y eso es lo que tenemos.
UN ABRAZO