¡Caramba! haciendo una simple cuenta, saldrían cerca de 11 horas de curro diario, contando con el sábado enterito. Esto me hace se escéptico ante absurda noticia. No hace mucho tiempo también se habló de que las empresas abogaban por un plan de conciliación de vida laboral y privada, pasando por reducir incluso horas de trabajo para llevar a cabo tal fin. ¿Y qué resultó de aquello? Nada de nada. Sin bendición del Parlamento Europeo. Esto demuestra el poder del mass media en los tiempos que corren, ahora que las noticias nos acribillan y asaltan gracias a la evolución de la tecnología, capaz de desorbitar el precio del petróleo, vaciar las estanterías de los supermercados e incluso que explote la silicona de la Obregón en pleno vuelo. Pero que acelerada está la society. Mi humilde recomendación es, con el permiso de la patronal, dedicar más tiempo al libro y la tumbona.
Al que no se le haya pasado por la cabeza el salir a la calle a protestar por lo de las 65 horas, es porque no tiene el corazón a la izquierda. Yo también hice esa pregunta a otro bloggero en un comentario.
En fin, creo que esta es una cuestión tan grave, más aún cuando parece que no tenemos el apoyo del PSOE, que lo de salir a la calle para protestar por este problema tiene que hacerse masivamente.
Coño, qué casualidad, sois tres migueles. Me temo que sólo por quejarnos no vamos a sacar nada. Mi opinión es que hay que obligar a CC OO y a IU a movilizarse, porque nosotros solos protestando no hacemos nada. Hay que presionar para que se organicen movilizaciones y el debate de la jornada laboral pase directamente a la agenda de los partidos y los sindicatos. De momento no está ocurriendo y no lo entiendo. Esto está pasando sin pena ni gloria. Y como esto, todo lo demás. Si no cumplen, hay que exigírselo. ¿Qué más?
Pues otro arcángel caído.
Yo me pregunto, cuando un sindicato o un partido de izquierdas ha terminado por convertirse en una empresa más -una empresa por supuesto con esquemas capitalistas-, en la que el empresario engorda con el sudor y hasta la sangre de sus trabajadores ¿se puede esperar que responda con contundencia a la ampliación de la jornada laboral o al recorte de los derechos de los trabajadores?
¿Organizarse? Si no se puede contar con las organizaciones que se supone más sensibles con este tema, y los ciudadanos -ya veis- sólo pendientes de los muchachos de Aragonés, la silicona de la Obregón y las locuras de Pajares, no soy capaz de imaginar cómo.
En cuanto a lo del transporte, más que huelga se me antoja a mí como un plante empresarial.
Salu2
Yo creo que eso de las 65 horas es una majadería tal que aún no ha sido tomada en serio; pero sí, algo habría que hacer, aunque la medida acabaría con el problema de la carestía de la vivienda y el ocio. No necesitaríamos casa, podríamos excavar madrigueras en los centros de trabajo y dedicarnos a pelárnosla en nuestro tiempo libre. Recalo aquí por primera vez desde La nave de los locos, de Fernando Valls.
Rafa: por desgracia tienes toda la razón.
Juan Carlos, bienvenido.
En realidad este comentario debería estar en la entrada anterior, pero bueno...
Creo que poco a poco se va demostrando que la sociedad del bienestar era un timo. En determinado momento las cosas se fueron poniendo fáciles hasta que todos pensamos que podíamos tener de todo porque las facilidades que se nos iban dando para conseguirlo eran inmensas. Poco a poco, esas facilidades fueron disminuyendo, cuando no extinguiéndose, y ahora nos vemos presionados de continuo para mantener un nivel de vida que conseguimos gracias al esfuerzo, el sudor, la sangre y las lágrimas que unos cuantos se dejaron para que pudiéramos gozar de unos estándares más o menos aceptables. En el caso de las hipotecas se vio muy claro: las bajamos hasta niveles inauditos, y cuando todo el mundo se confíe y compre empezamos a subirlas. Los que puedan pagar, que paguen. Los que no, que se jodan. Corren buenos tiempos para los tiburones, pero muy malos (y serán peores, me temo) para la gente corriente.
¿Las medidas? Buena parte de la juventud está instalada en el cainismo. Conocí de cerca casos de jovenzuelos que se prestaban a trabajar gratis, y hacer lo que sea, con tal de acceder a un puesto de trabajo, y estoy convencido de que muchos se prestarían gustosos a la dichosa jornada de 65 horas con tal de tener un sueldo ínfimo, renunciando a sus derechos y deberes. Lo peor es que, tristemente, les entiendo. El último cuarto del siglo XX (y lo que llevamos de éste) se recordará por la rapidez que se dio en abolir (de forma trapacera y descarada) todo lo que se había conquistado desde el siglo XIX.
¿Movilizaciones? Los sindicatos ya no son tal, salvo honrosas excepciones, e Izquierda Unida tiene ahora mismo problemas internos lo suficientemente graves como para ponerse a idear estrategias de alcance con las que frenar este tema. Al PSOE hace mucho que le viene quedando grande la "O" que lleva en sus siglas, y del PP mejor ni hablamos.
Lo que más me jode es que estoy convencido de que los hijos de mala madre a los que se les ha ocurrido esta historia no han dado un palo al agua en su puta vida.
(Perdón por el desahogo).