Escrito en tiempo real, antes del escrutinio
Esta mañana ejercí de apoderado de Izquierda Unida, que es una cosa grata y muy cómoda: en vez de pasarte el día pegado a una mesa electoral, como cuando eres interventor, puedes deambular por varios colegios y, básicamente, ejercer el escaqueo. Así que nos fuimos a comer a La Redondela, a casa de Rocío y Luis, enmedio del campo, enmedio del paraíso, con tres perros y cuatro gatos y una chimenea maravillosa. La comida duró hasta las 7 y fuimos felices.
Y, tras una llamada que me exonera de ir al escrutinio de la mesa electoral que me tocaba, me encuentro con un intervalo de tiempo libre entre la felicidad y el seguimiento en televisión del recuento; entre la vida sensible y la dura realidad.
Ya sabemos, más o menos, quién va a ganar. Eso no es lo importante. Me interesan otro tipo de reflexiones. Como la campaña desarrollada por la ultraderecha. Leer la Gaceta da miedito. La impresión que uno tiene es que, de producirse un vuelco milagroso en las encuestas y ganar el PSOE (ya sé que hablo de ciencia-ficción), esta gente promovería un golpe de estado, tal es su crispación y su resentimiento. Su director, Carlos Dávila, no sobreviviría físicamente a esa tesitura: moriría directamente de un ataque al corazón. Y muchos otros con él (como toda su plantilla, más Bertín Osborne y Juan José Benítez, lo mejor de cada casa). Dios no lo quiera (no que gane el PSOE sino que haya bajas en el sector facheti por un quítame allá un Rubalcaba). Pero constatar tal intensidad de odio le hace a uno descreer del ser humano. Encima son tontos: el editorial de hoy de la Gaceta casi se planteaba la propia existencia del grupo periodístico una vez desbancado el PSOE. Es decir: su razón de existir era el rencor y, ganando el PP, ya no tienen razón de existir (en realidad, su existencia siempre fue una anomalía de la raza humana).
En fin, que aplaudo esa reflexión suya (la desaparición del grupo Intereconomía), principalmente porque por una vez han reflexionado. El mundo sería mejor, más noble y más feliz, si se diluyeran por las cloacas de la intrahistoria. Desdicha tanta que no sea verdad tanta belleza, por citar a los Argensola.
Y ahora sí: me voy a ver los resultados. A las 20:12 horas.
Y, tras una llamada que me exonera de ir al escrutinio de la mesa electoral que me tocaba, me encuentro con un intervalo de tiempo libre entre la felicidad y el seguimiento en televisión del recuento; entre la vida sensible y la dura realidad.
Ya sabemos, más o menos, quién va a ganar. Eso no es lo importante. Me interesan otro tipo de reflexiones. Como la campaña desarrollada por la ultraderecha. Leer la Gaceta da miedito. La impresión que uno tiene es que, de producirse un vuelco milagroso en las encuestas y ganar el PSOE (ya sé que hablo de ciencia-ficción), esta gente promovería un golpe de estado, tal es su crispación y su resentimiento. Su director, Carlos Dávila, no sobreviviría físicamente a esa tesitura: moriría directamente de un ataque al corazón. Y muchos otros con él (como toda su plantilla, más Bertín Osborne y Juan José Benítez, lo mejor de cada casa). Dios no lo quiera (no que gane el PSOE sino que haya bajas en el sector facheti por un quítame allá un Rubalcaba). Pero constatar tal intensidad de odio le hace a uno descreer del ser humano. Encima son tontos: el editorial de hoy de la Gaceta casi se planteaba la propia existencia del grupo periodístico una vez desbancado el PSOE. Es decir: su razón de existir era el rencor y, ganando el PP, ya no tienen razón de existir (en realidad, su existencia siempre fue una anomalía de la raza humana).
En fin, que aplaudo esa reflexión suya (la desaparición del grupo Intereconomía), principalmente porque por una vez han reflexionado. El mundo sería mejor, más noble y más feliz, si se diluyeran por las cloacas de la intrahistoria. Desdicha tanta que no sea verdad tanta belleza, por citar a los Argensola.
Y ahora sí: me voy a ver los resultados. A las 20:12 horas.
Pero si desaparecen se nos iría un clásico del humor ;-) Bueno, hablando en serio, yo creo que son inofensivos. En mi pueblo, la poca gente que conozco que lee el libelo ese de La gaceta no están para dar un golpe de estado. Mas bien para dar un golpe de próstata. ¿Quién ha ganado las últimas elecciones? Como era de esperar, el poder financiero. La crisis es al capitalismo lo que el <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Pantalla_azul_de_la_muerte" rel="nofollow">pantallazo azul</a> a Windows.
Abrazos.