Ejem, que pierda España
Hoy, a la hora del partido, yo terminaba de comer viendo, as usual, "Sé lo que hicistéis", en la Sexta, y los presentadores no paraban de preguntarse: ¿Alguien nos estará viendo? Yo deseaba contestar: ¡Sí, yo!
Soy uno de esos pocos que se han perdido el partido. Por lo demás, no sé ni contra quién jugaba España ni cómo ha terminado. Pero me encuentro a gusto entre esa feliz minoría.
Si me preguntan, prefiero que España pierda cuanto antes y la eliminen del dichoso Mundial. No es que me importe pero preferiría que perdiese: así me evitaría la contaminación ambiental y el molesto acoso de la fiesta tribal. Aparte de no ser demasiado patriota, no creo que nuestro país pierda gran cosa con la derrota (los millones, en todo caso, se los llevarían los jugadores, no nosotros) y dentro de dos días nadie se acordaría de todo esto. Alguno pondrá el grito en el cielo. No tiene por qué. A él le gusta y a mí no, punto. Pero a la mayoría también le dará igual mi opinión: quieren que gane España porque les han dicho que tiene que ganar España: en el fondo les da lo mismo, tienen otros problemas y los seguirán teniendo (como yo) después del Mundial. Pan y circo, pan y toros, pan y fútbol...
Hoy me siento como Holden Caulfield cuando ironizaba sobre el hecho de que todos sus compañeros hubieran ido a ver jugar al equipo del colegio (decía algo así como que había que suicidarse si perdía). En fin, espero que la Roja (uf, suena a erupción cutánea) haya perdido pero que nadie se suicide por ello. Eso no. (¿Para qué, hombre?).
Soy uno de esos pocos que se han perdido el partido. Por lo demás, no sé ni contra quién jugaba España ni cómo ha terminado. Pero me encuentro a gusto entre esa feliz minoría.
Si me preguntan, prefiero que España pierda cuanto antes y la eliminen del dichoso Mundial. No es que me importe pero preferiría que perdiese: así me evitaría la contaminación ambiental y el molesto acoso de la fiesta tribal. Aparte de no ser demasiado patriota, no creo que nuestro país pierda gran cosa con la derrota (los millones, en todo caso, se los llevarían los jugadores, no nosotros) y dentro de dos días nadie se acordaría de todo esto. Alguno pondrá el grito en el cielo. No tiene por qué. A él le gusta y a mí no, punto. Pero a la mayoría también le dará igual mi opinión: quieren que gane España porque les han dicho que tiene que ganar España: en el fondo les da lo mismo, tienen otros problemas y los seguirán teniendo (como yo) después del Mundial. Pan y circo, pan y toros, pan y fútbol...
Hoy me siento como Holden Caulfield cuando ironizaba sobre el hecho de que todos sus compañeros hubieran ido a ver jugar al equipo del colegio (decía algo así como que había que suicidarse si perdía). En fin, espero que la Roja (uf, suena a erupción cutánea) haya perdido pero que nadie se suicide por ello. Eso no. (¿Para qué, hombre?).
Hola hola
Para tu alegría el partido de hoy (que yo no vi, por supuesto :D) fue un SUIZIDIO (jugaban contra Suiza)
Besos besos desde un Norte más que mojado