Usted está aquí: Inicio / José Luis Piquero / Blog / Días intrascendentes

Días intrascendentes

Bueno, dejemos a Obama, visto que no consigo partidarios. Como véis, últimamente intento colgar algo en el blog si no a diario al menos cada par de días. Creo que es porque a mí mismo me fastidia entrar en los blogs que sigo a diario y no encontrar cosas nuevas.

Aunque no tengo nada que decir: no he hecho nada especial. Bueno, algo he hecho. He trabajado muchas horas y he terminado una traducción de Scott Fitzgerald que tenía pendiente (y ahora me espera otra del mismo autor). He leído unos cuantos capítulos de un libro de Irvine Welsh, Si te gustó la escuela te encantará el trabajo, una gruesa colección de relatos y nouvelles con la que me estoy riendo a mansalva. Me he bañado en la piscina (hace un calor espantoso). Me he tomado un vino con Eva en Lepe. He leído varios blogs de gente que me gusta y alguno de gente de la que me río. He... Vaya, después de todo parece que he hecho muchas cosas.

Mi día intrascendente termina dedicándome a contestar correos, mientras Eva se va a la cama con Anne Sexton (¿verdad que suena bien, dicho así?).

Bonne nuit, mes amis!
archivado en:
Ra
Ra dice:
14/10/2009 21:58

Ahoj, no estoy de acuerdo; ningún día es intrascendente............
Besinos, Ra

Jose Luis Piquero
Jose Luis Piquero dice:
15/10/2009 01:36

Era irónico. Claro que ningún día es intrascendente. Besinos.

Jose Luis Piquero
Jose Luis Piquero dice:
15/10/2009 01:36

Y gracias por tus buenos consejos. ;-)

tomas rivero
tomas rivero dice:
16/10/2009 12:04

Yo sí creo que todos los días son intranscendentes. Por descarte. ¿Como van a ser trascendentes todos los días?. Los días son intranscendentes, es decir humildes. Se curan, se van curando solitos, nos sobrepasan, nos dejan solos, no nos quieren. Nosotros ponemos la orfebrería. Globos de colores. Faldas y volantes. Miriñaques. Merengues, dulces de caramelo. Los días son intranscendentes. ¿Los días son grandiosos y nosotros pequeñitos, o al revés?. Hasta nombre de diario, le pusieron: Hoy: toma y lee viejo suicida, dijo Hans Magnus Ezemberguer. Lee la rutina de todo lo que no haces. Déjanos a nosotros de protagonistas. Todo lo protagonizan ellos. Habla con los gorriones de mi barrio.
Tomates y lechugas crecen en el huerto.

Me ha gustado tu corta narración, Jose, los días son intranscendentes como su mismo nombre indica: DíAS. ¿Hay cosa más tonta que un día?, ¡¡pero si son todos iguales!!. No reconocerlo es confiar, creer, tener esperanza. Confiar, creer, tener esperanza... en este sistema, en esta sociedad. Los días de este tiempo son una puñetera redundancia. Otra cosa es la vida, la vida ya no lo es tanto, pero hace tiempo que no queremos que la vida sea la vida: Así que a los pobres días sólo les queda la intrascendencia, que es como reconocer que nosotros somos mediocres, del montón. Tenemos sangre de horchata. Y los pobres días no tienen la culpa, los hemos hecho intranscendentes.

Lo de Obama es que no tiene remedio, Jose. En el representante del imperio es que no cree ni Dios, por muy negro que sea el mulato. Y como ves, la esperanza está como puta por rastrojos.

Hala a animarse en plan revisionista. Nos queda la belleza.

Besos esperanzadores. Flores y búcaros para el fin de semana. Salid al jardín. Las ultimas flores del otoño. Las del mal de Baudelaire. Las del mar de Valery: "...el mar, el mar, siempre recomenzando...".

Tomás Rivero

Jose Luis Piquero
Jose Luis Piquero dice:
16/10/2009 13:06

Tu pesimismo es desmovilizador. Cada día tiene que contar. Y si no cuenta, aparte de los imponderables, es que algo hemos hecho mal. Yo me moriré creyendo eso. O mejor: no me moriré, no me da la gana.
¿Iguales todos los días? Mereces cuatro tratos de cuerda.
Un abrazo.

tomas rivero
tomas rivero dice:
16/10/2009 15:51

Cuatro tratos de cuerda... teniendo en cuenta que solo tengo dos brazos debe de doler tela. Creo que ese día sería distinto. La Revolución tendría respuesta del sistema, que es lo que se merece una buena Revolución.
Joder cuatro... hablaré con mi ciempiés por si tiene a bien prestarme algo: pies, manos; una pierna, un brazo.

El pesimismo no es desmovilizador. ¿Cuando se ha visto una panda de optimistas dirigiendo una sociedad injusta y desigual como esta?.

Besos de guita. Abajo el bramante.

Tomás Rivero

Jose Luis Piquero
Jose Luis Piquero dice:
16/10/2009 15:59

Para recibir cuatro tratos de cuerda con tener dos brazos sobra.