Diccionario de expresiones ridículas rancias o en desuso
Empezamos a recopilarlo Eva y yo hace meses. Un día me encontré en un bar de Oviedo al poeta Fernando Menéndez, que iba con una chica a la que no me presentó. Estuvimos charlando un rato y luego cada uno se volvió a su mesa. A la hora de irnos alcé la mano y dije:
-Hasta luego, Fernando... y la compañía!
Nada más decirlo caí en la cuenta de la ranciedad del comentario. Era como decir "rediez" o "leñe". Entonces Eva y yo nos pusimos a repasar expresiones en desuso, rancias, demodé, ñoñas, etc. que algunos utilizan todavía. Eva recordó una estupenda: "Adelante la chavalería!". Cierto amigo poeta de vocación marginal pero ya entrado en años aportó involuntariamente unas cuantas: "Dabuten", "queli" (casa), "peluco" (reloj), "basca" (grupo de amigos), "colegui" y otras que hoy suenan a heavy envejecido.
Algunas no quedan mal en personas de edad pero rechinan cuando las dice alguien joven: presentar a la mujer como "mi señora" o añadir "que en paz descanse" cuando en la conversación se menciona a un muerto. Están también los eufemismos ñoños, como "culete" o "trasero", o los tacos reticentes: "canastos", "concho", "recórcholis".
En fin, un catálogo de horrores en el que cualquier aportación será bienvenida.
Una vez leídos sus comentarios, recordé al instante a mi difunta abuela, Dios la tenga en su gloria, amiga de la utilización de todo tipo de esas frases cursis, con perdón de la expresión, a las que ustedes se refieren. Y servidor que se tiene por buen escritor, modestia parte y mejorando lo presente, pensó en escribir una respuesta.
Así pues, me pongo a sus pies, con la esperanza de volver a cartearnos Dios mediante.
Hasta más ver.
Alfonso Rodríguez Viñuela