Con Carla y Telmo en Setúbal
Nuestro cuartel general en Islantilla era hasta hace poco tiempo El Bacalao, el restaurante de nuestros amigos portugueses Carla y Telmo. Allí tomábamos el vermú todos los días y, de vez en cuando, comíamos en la terraza, bajo un sol piadoso, el mejor bacalao al bras del Algarve regado con vino alentejano. Además de charlar horas y horas con Carla y Telmo, que ejercían con nosotros de padres (y, a veces, de hijos).
Hace unos días cerraron el Bacalo y se volvieron a Setúbal, dejándonos bastante huérfanos. Hemos pasado con ellos estos últimos días. Los padres de Telmo, Luis y Neney, nos abrieron su casa y nos trataron como tenía que ser: como a nietos.
Carla y Telmo nos llevaron a la sierra d'Arrábida, desde donde se contempla toda la bahía de Setúbal, atravesada por la manga de Troia. Está considerada la segunda bahía más bonita de Europa (me quedé sin enterarme de cuál era la primera). Jorge y Mila, cuñado y hermana de Carla, respectivamente, nos invitaron a comer sardinhas en el puerto, entre el humo y el bullicio. Un almuerzo fantástico, buen vino e inmejorable compañía.
Lo de Lisboa no pudo ser, no hubo tiempo, y eso que estábamos al lado. Otra vez será. Pero han sido un par de días estupendos, que se repetirán. Y he practicado mi portugués, que ha mejorado mucho. Ahora la próxima visita les toca a ellos.
Hace unos días cerraron el Bacalo y se volvieron a Setúbal, dejándonos bastante huérfanos. Hemos pasado con ellos estos últimos días. Los padres de Telmo, Luis y Neney, nos abrieron su casa y nos trataron como tenía que ser: como a nietos.
Carla y Telmo nos llevaron a la sierra d'Arrábida, desde donde se contempla toda la bahía de Setúbal, atravesada por la manga de Troia. Está considerada la segunda bahía más bonita de Europa (me quedé sin enterarme de cuál era la primera). Jorge y Mila, cuñado y hermana de Carla, respectivamente, nos invitaron a comer sardinhas en el puerto, entre el humo y el bullicio. Un almuerzo fantástico, buen vino e inmejorable compañía.
Lo de Lisboa no pudo ser, no hubo tiempo, y eso que estábamos al lado. Otra vez será. Pero han sido un par de días estupendos, que se repetirán. Y he practicado mi portugués, que ha mejorado mucho. Ahora la próxima visita les toca a ellos.
¡Coño Jose Luís...! Hay cosas que no es necesario preguntar, Europa entera sabe que la primera bahía más bella, ya no del viejo continente, sino del mundo mundial, es mi Bahía de Cádiz... je, je, je, lo siento, son mis íntimas nostalgias de gaditano exiliao.
Vino y besos.