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LUNA LLENA

Por motivos que no voy a desvelar aquí he descubierto que hoy, 3 de julio de 2012, hay luna llena. Y para celebrarlo, invito a quienes vivís en el campo o similares, a que miréis p'arriba y hagáis aquello del chiste gestual de "mira la luna, yo no la veo, mírala allí, mírala allí". Y a los urbanitas que desde hace muchísssmos años no la hayáis visto, pedidle a alguien que os diga qué cosa es luna y porqué está llena (¿de qué?). Pero os invito también:

- a que recitemos el poemita que mi nieta escribió cuando tenía 6 años:

Día de luna llena lunal
azul o blanca.
Se oscurece el cielo
y se pone de color negro

- a unirnos a doña Anita y cantar con ella estas coplas tan guays dedicadas a la luna.

casta-diva


(aquí podéis ver la historia y la letra de la copla en español)

 

                     la-luna1
(aquí la historia de esta copla)

 

(y aquí quién es la coplista y parte del repertorio)
Bueno, pues ya estáis alunaos por un rato (en la sierra de Gí¼erva eran más brutillos: había que hervir un perrito vivo y darle el caldo al niño que acababa en el hospital, claro: me lo contaban los pediatras).Bueno, pues como dejé claro al principio que soy abuelo, ¡qué mejor que terminar con una batallita, ¿no?:

a mis 14 añetes andaba yo un verano an ca mi primo Juanito en la serranía de Ronda porque mi tío -y padrino- Pepico era capitán de las milicias universitarias en el campamento de Montejaque (creo que ahora está allí la legión) y alquilaba un cortijillo con alberca -¡cómo nos poníamos el pataje de sanguijuelas el día que llegábamos y la limpiábamos para poder bañarnos en ella!-.

Algunas veces, subíamos cerros arriba por la tarde para ir al cine de verano en Ronda, que se ubicaba en la plaza de toros y, lógicamente, regresábamos ya de noche cuestas abajo que te crió, tan tranquilos y cruzándonos con algún contrabandista a caballo de los que venían de Gibraltar con el tabaco de picadura; pero una noche un centinela nos dio el alto:

- ¡Alto, quién vive!
- Somos el hijo y el sobrino del capitán ....
- ¡Pues volved p'atrás y bajad como cien metros más a la derecha, que os habéis metido en el campo de bombas!
- ¡Glup ...!

Es que no había luna llena.

El campo de bombas era el sitio en el que se tiraban las de mano y las que no estallaban se quedaban por allí esperando que alguien las pisase, para volar. Siete años después me tocó a mí tirarlas y hacer la guardia en aquel puesto alguna vez: ¡alerta el cuatroooo ...!. No mucho después, reflexionando sobre las vivencias y las tonterías oídas por allí devine pacifista como es lógico. Aquí me tenéis "en acción", o sea posando para un compañero que luego nos cobraba las fotos, sin morriñas ni nostalgias pueriles:

pacifista-ronda

¡Qué! ¿Os ha gustado la batallita?.

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Post scriptum: ¿debo aclarar que soy republicano?