INVISIBLES DISOLUTOS
No, no es que sean unos crápulas, licenciosos ni nada parecido. Son las calores, la calor que lo disuelve todo, provocando las situaciones más insólitas. Otras son normales, especialmente en Villafuentes de Perico, como lo de perderse y aparecer en Punta Umbría para ver a la misma gente que se ve todo el año, eso sí, más churrascada. Pero si se tiene allí un inmueble "por inversión", que dijo el otro, es la mar de comprensible.
Claro que algunotro aún duda si tirar para Mazagón o para la mina. Creo que es el llamado Herrero 1º. Para discutirlo con la familia ha pintado cosas atractivas de entrambos lugares, que reproduzco aquí.
Y el sudor. Lo primero que se disuelven son las personas, incluso las invisibles, de modo que hay que ir con mucho cuidado de no pisar charcos. Si alguien lo hace, no se extrañe si oye un quejido dramático, no sólo por haber sido pisado, sino porque en verano hay que tener muy en cuenta la celebre cita del no menos célebre mago Miccelli:
- "A uno de nosotros me huelen mucho los pies"
Y las corvas, añadiría yo, dada la moda de los calzones cortos.
Hay quien se entretiene por Doñana observando planetas rodeado de mercaderes, que no pierden puntá de coger pasta. De otros no sé nada y de otras menos aún salvo, quizá, que alguna anda más fresquita dado su nombre, especialmente hoy. ¿La recordarán los Invisibles, como me acuerdo yo ahora?
¿Y la abuela novata? Creo que se ha disuelto de gustito entre la baba y las calores. Espero verla alguna vez más antes de su disolución total
Bueno, en fin, hay que comprender: han tenido tal actividad, incluso académica, que no es raro el agotamiento: merecido descanso pues. Especialmente para mí, que ya casi lo único que vengo viendo de los Invisibles son los nervios y el espíritu (¿serán la misma cosa?)
Son las cosas que nos trae eso de "los rigores del verano", que diría un interlocutor ocasional y cursi, pero no te preocupes Manué, que ya llegará septiembre y volveremos a la escuela.
Un abrazísimo