FRIALDAD
Ante la majestuosidad de la nada, estoy,
Discutiendo contra mis propias palabras,
Con los sueños hechos en pedazos, por ayer,
Tambaleándose entre las lenguas de los cierzos.
Hoy siento que la desesperanza me corroe,
Que mis lágrimas caen rodeadas de vacío.
Y a ti me entrego, sombra mía, desnuda,
Porque nada nuevo hay bajo el sol de mañana.
Esta es la infinita pesadez de un absurdo deseo
Que vaga en soledad, sin nadie a quién decírselo,
Mientras mi mente suma y sigue aconsejándome
Frialdad, hasta que pase este mal invierno.
No olvides, niña mía, que no hay mejor catarsis que la escritura. Aporrea las teclas, cuéntale al viento tus inquietudes, llena la pantalla de grafías aunque fueren sórdidas...
UN ABRAZO