Poema-historia, con mensaje. Opino como Paco.
Un gustazo leerte, Victoria.
Muchos besos.
Paco no ha dejado, desde que lo conozco, de sorprenderme. Es una persona extraordinaria. Me fascina cómo llega, con sus palabras, a la esencia de las cosas. Sus reflexiones y la serenidad con que entiende y se enfrenta a los contratiempos lo hacen muy especial. Y lo que mas me gusta de él es su condescendencia con los demás.
Mamen, el gustazo, ya lo sabes y te lo recuerdo, es mutuo.
GRACIAS
Esas palabras, al menos, se merecen un besote.
SALUDOS
En prosa eres genial, en verso tienes momentos sublimes.
Vino y besos.
Victoria, cariño, hay veces que queremos con nuestra mejor voluntad ayudar a los barcos que vemos a la deriva sin saber que muchas veces no quieren esa ayuda. Prefieren hundirse solos.
Gracias siempre por tus palabras de cariño.
Mil besos.
llevo un rato leyéndote, como emperdenida soñadora claro, y yo también hubiera ayudado a ese barco, aunque casi nadie sepa aceptar ayuda.
un beso grande.
"¡¡Las mujeres y los niños primero!!"
Sécun, sécun, me pido sécun.
¿no será uno mismo ese barco?
mis saludos.
Paco, me quedé corta. Un besote.
Manuel, eso se lo dirás a todas jeje. Gracias
Malena, arrastrar a alguien a tu puerto en contra de su voluntad es en vano. Un beso.
María, empedernida y encantadora de sueños, me encanta que me leas y leerte me transporta, de ahí el comentario. Lo nuestro es el empeño. Un beso.
Alargaor, las mujeres primero NO, sí queremos igualdad, que sea para las duras y las maduras. Mejor los dos juntitos. Un besazo.
Benito, después de tu comentario, creo que mi imaginación y mi corazón tienen pendiente una conversación conmigo. Serán canallas! Un beso
Mal cariz presenta un barco en ese estado, y más aún cuando ha perdido en la tormenta lo que le insuflaba vida. Pero quizás con empeño, quién sabe... La esperanza es lo último que se pierde, depende de nosotros ponerle un busca.
besos, guapa. Lo que me gustan tus poemas..
A saber, Avalón, cómo podía haber vivido en ese estado, pero, ahí está el misterio.
Gracias y besos.
Los barcos en que navegamos, los caminos en que transitamos, las personas en que residimos o depositamos lo que aleatoriamente -acunados por mil vicisitudes- somos en cada instante, tienen a veces una contextura muy diferente a la que, con mirada ingenua, cándida o necesitada, visualizamos.
UN BESO