V. Rutina rota
Aquel día, más de treinta y cinco años después, una esquela perdida entre las páginas de aquel periódico local le llevó a poner a enfriar las dos botellas verdes de Moí«t Chandon y a derramar todas sus lágrimas, en una ceremonia, no por tantas veces presentida y repetida mentalmente, menos emocionante.
Me tienes en ascuas,Rafa.