Tus ojos son los mismos
El proceso es difícil, me dijiste,
porque sólo queremos
encontrar la verdad
y así nos acercamos a la muerte.
¿Quieres morir? Pues entonces no escribas.
Sólo conseguirás quedarte solo
y nada está más próximo a la muerte
que este amago de vida: la poesía.
El poeta va arrancando las hierbas
que crecen a su lado,
también las hierbas sanas
"especialmente esas.
Nada se salva.
Nada es tan fuerte
ni tan hermoso
para permanecer.
El poeta es un asesino.
¿Quieres matar? Pues entonces no escribas.
Dedícate a cantar. ¿Sabes cantar?
No importa demasiado. Eso sí:
no compongas las letras de tu disco,
aunque la música
también puede arrastrarte al precipicio.
¿Qué sabes de la música y del arte?
Engaña a tus amigos
y a los que más te quieran
y diles que estás bien,
que sólo finges.
Ya conoces las máscaras
que te ofrece la historia o la cultura.
A mí también me sirven, me dijiste,
pero no creas
que las máscaras ocultan la vida.
Aprende que tras ellas,
tus ojos son los mismos
y quien sepa leerte "no cualquiera,
pero sí quien sepa leerte",
se reconocerá,
en tus versos proscritos.
porque sólo queremos
encontrar la verdad
y así nos acercamos a la muerte.
¿Quieres morir? Pues entonces no escribas.
Sólo conseguirás quedarte solo
y nada está más próximo a la muerte
que este amago de vida: la poesía.
El poeta va arrancando las hierbas
que crecen a su lado,
también las hierbas sanas
"especialmente esas.
Nada se salva.
Nada es tan fuerte
ni tan hermoso
para permanecer.
El poeta es un asesino.
¿Quieres matar? Pues entonces no escribas.
Dedícate a cantar. ¿Sabes cantar?
No importa demasiado. Eso sí:
no compongas las letras de tu disco,
aunque la música
también puede arrastrarte al precipicio.
¿Qué sabes de la música y del arte?
Engaña a tus amigos
y a los que más te quieran
y diles que estás bien,
que sólo finges.
Ya conoces las máscaras
que te ofrece la historia o la cultura.
A mí también me sirven, me dijiste,
pero no creas
que las máscaras ocultan la vida.
Aprende que tras ellas,
tus ojos son los mismos
y quien sepa leerte "no cualquiera,
pero sí quien sepa leerte",
se reconocerá,
en tus versos proscritos.
(Publicado en el núm. 5-6 de La isla de Siltolá)
Magnífico. Propio de un asesino moribundo; y, aunar ambas condiciones, no está al alcance de cualquiera.
Abrazos.