La frágil memoria. Mario Draghi y Grecia

Tenemos que felicitarnos por el reciente nombramiento de Mario Draghi como presidente del Banco Central Europeo. Sí, será el que tome las últimas decisiones de este Banco (Banco de Bancos), por ejemplo, en cuestiones relacionadas directamente con las hipotecas y la subida o no de los tipos de interés en toda Europa.

Algunos amigos a los que respeto están profundamente convencidos de que los culpables de la enorme crisis que está padeciendo Grecia son los propios gobernantes helenos, que ocultaron o falsearon los resultados de estas durante años, para conseguir nuevos créditos. Claro, esto culpabiliza indirectamente a todos los griegos que los votaron. Tienen lo que se merecen, parecen pensar. Y, por ello, es implanteable un referéndum en el que ellos mismos decidirían si quieren continuar con estas medidas que les están ahogando hace ya unos años o si prefieren desmarcarse de Europa (si consideramos que Europa no es un continente o una zona del planeta, sino la Eurozona). Alguien me dice que "sí, queremos euros para autopistas y trenes, pero no queremos asumir nuestras responsabilidades." Quizá sea que nadie avisó de estas posibles repercusiones, o quizá sea que votamos con una mínima información cada vez que lo hacemos. Yo cada vez estoy más convencido de esto último: votamos sin leer la letra pequeña. ¿Porque somos indolentes? ¿Porque nos la ocultan? ¿Porque nos la falsean? Habría que tratar de dilucidar todo esto. Y, en todo caso, desenmascarar a los responsables y sus verdaderas y últimas intenciones.

Lo que sí me sorprende y me preocupa es que los medios de la derecha, sí, casi todos los medios, ya dicen sin pudor lo que piensan, lo que siempre han pensado. Dicen, por ejemplo, que no debemos votar decisiones importantes. Dicen también que el pueblo no sabe lo que quiere. Dicen que Papandreu es un pésimo gobernante porque ha dicho que el pueblo debería poder elegir su futuro: sí, un pésimo y débil gobernante. Se ve que a ellos, esto de la democracia no les interesa demasiado. Preferirían alguien que gobierne con mano de hierro y sin tonterías y que, luego, cada cuatro años, hiciera el "paripé" electoral. Lo que pasa es que aquí estamos ante ese momento ahora. Me pregunto: ¿es posible que un futuro votante de los partidos mayoritarios lea esto y se quede tan tranquilo? ¿Es posible que asienta y no haga nada por cambiar su futuro? ¿Es posible que permita que las cosas continúen como están? ¿Y, sobre todo, alguien se cree que esta es la democracia por la que lucharon nuestros padres? Cada vez me gustan más los artículos que firma Antonio Orejudo: aquí da algunas claves de por qué es tan temido el referéndum en Grecia.

Decía, al iniciar estas líneas, que teníamos que felicitarnos por la presencia de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo, el banco de todos los bancos, el banco que dirige Europa en estos momentos. Y sí, es así, porque sabemos que a él será muy difícil que nadie le engañe, ocultándole o falsificándole datos de la situación económica de un país, como hizo Grecia entre 2002 y 2005, asesorada por la firma Goldman Sachs y, más concretamente, por el propio Mario Draghi que estaba al frente de esa firma bancaria estadounidense durante esos años. Podemos leer la historia aquí, o también aquí. Es curioso comprobar cómo la derecha europea, también por supuesto la española y la griega, machaca a Papandreu cuando en aquellos años gobernaba en Grecia la derecha. La memoria es frágil.