José Luna Borge
Quedo con José Luna Borge en un bar del centro, en el mismo que ya quedamos hará unos cinco o seis años, cuando nos conocimos porque nos puso en contacto Manuel Moya. Luna Borge es uno de los poquísimos sevillanos -se me ocurren uno o dos más, si acaso tres- relacionados con este mundillo de la literatura que me escucharon cuando llegué a Sevilla y me abrieron las puertas de sus casas (metafóricamente, claro). Lo que ocurre es que ni Luna Borge es sevillano (es leonés), ni la mayoría de los otros en los que estoy pensando tampoco son sevillanos. ¿Qué querrá decir esto? Recuerdo que entonces me invitó, sin apenas conocerme (eso sí, tras haber leído lo que él llamó entonces unos "Diarios de Lecturas"), a participar en la revista que entonces él dirigía. No pudo ser finalmente por lo mismo que otras cosas tampoco han podido ser: por los tiempos que corren. De todas formas, ahí quedó el gesto que siempre le agradeceré y especialmente tratándose de unos Diarios a él, porque es sin duda uno de los diaristas más importantes que hay en este país. Su serie de Dietarios, que llama genéricamente Veleta de la Curiosidad, son siempre necesarios. El recuento de los días de un hombre que piensa lo que escribe y lo escribe bien. Sin morralla ni más adornos que los estrictamente necesarios. Hoy me ha entregado el último volumen, y ya van cuatro, que titula: Pasos en la arena. (Diario 1998-2003). Está publicado en La isla de Erimo, en Sevilla. Hemos hablado de la vida y de la muerte (es un mal trago hablar con alguien que aún no conoce lo que pasó en noviembre de 2011), del amor y de otros amigos, y de libros: sobre todo de libros. También hemos hablado de política, pero ahí nunca coincidimos. De hecho, creo que no coincido con casi nadie en mis ideas. ¿Qué querrá decir esto? He aprovechado para hacerme con dos de sus últimas recomendaciones: Flores en las grietas, de Richard Ford, y Lo que cuenta es la ilusión, de Ignacio Vidal-Folch.
Gracias, Rafa, por el comentario sobre mis diarios y por la referencia tan emotiva sobre nuestra amistad.
Lo referente al "es un mal trago hablar con una persona que aun no conoce lo que pasó en noviembre de 2011" no termino de entenderlo pues, que yo recuerde, no hablamos de los terribles acontecimientos de ese día, pero puede que tú los sacaras y no me diera cuenta, que estuviera en otras, abstaido que se dice, no sé.
Un abrazo grande
JLB