Hugo Chávez, Venezuela y algo de España
Reconozco cierto histrionismo en el personaje, pero sabiendo que es un hombre perseguido por los medios occidentales para encontrar sus momentos menos afortunados y airearlos a los cuatro vientos, no me extraña demasiado. Pienso en nuestros dirigentes actuales, los cabezas de listas y los actores secundarios, y los imagino en una situación semejante, y habría que verlos.
Cuando un político alcanza la mayoría absoluta, absolutísima, en el parlamento, se supone que es porque el pueblo lo ha escogido y lo ha querido así. Si no estamos de acuerdo, estamos poniendo límites a la democracia. No hablamos mal del político, hablamos mal del sistema, o del pueblo que lo ha escogido. En España tenemos momentos parecidos muy cercanos. Aznar, cuando ganó sus segundas elecciones, pasó de leer en la intimidad catalán, a echar por tierra toda la política del partido en Cataluña. Pero lo que de verdad marcó esta segunda legislatura fue la guerra de Irak. Todo el estado clamando contra esta imposición no pareció importarle demasiado. Cuando Chávez cerraba algunos medios de comunicación saltaban voces en contra, pero actuaba conforme al poder que le dieron las urnas. Igual que Aznar, igual que Zapatero cuando recorta los sueldos de los funcionarios, o congela las pensiones, o elabora esta patética Reforma Laboral. Es cierto que Zapatero ha necesitado de votos de partidos nacionalistas, igual que Aznar en su primera legislatura.
Pero vamos a dejarnos de sutilezas. En España no importa que se cierren algunos medios de comunicación. De hecho cuando esto sucede en Bolivia, o en Ecuador, o en Nicaragua, nadie dice nada. Lo que pasa es Venezuela tiene petróleo. En Venezuela hay mucho dinero en juego. Y las empresas españolas han perdido muchísimo de su poder allí desde que está Chávez, las españolas y las norteamericanas. Al Capital español le duele y para eso está la prensa. Consigna: a por Chávez y a por todos los que piensen como él.
Este fin de semana hubo elecciones al parlamento en Venezuela. Y Chávez, por primera vez, no ha conseguido la mayoría absoluta. La prensa española lo ha recibido como el triunfo de la democracia. ¿No estábamos en Chávez era un dictador? Un dictador abatido por las urnas. La mayoría absoluta en Venezuela no es del 51%, hacen falta dos tercios de la asamblea legislativa. La oposición ha sacado en torno al 40% de los parlamentarios. Eso para cualquier parlamentario europeo sería un triunfo histórico. Veamos cómo evoluciona todo. ¿Pero de verdad alguien se cree que Chávez es un dictador?
Todo lo que dices al comienzo de tu post es aplicable a Chávez. Que se lo digan a los medios que cerró. Y oye: ¿así que cerrar medios porque son opositores es un derecho que dan los votos? Bonita idea de la democracia. ¿Cómo no se le habrá ocurrido a Zapatero cerrar la Cope o Intereconomía? Total, tiene derecho, le ha votado la mayoría...
Tal vez, en puridad, Chávez no es un dictador. Pero casi lo es y su deriva imparable es llegar a serlo. Te recuerdo que también por medio de los votos se consagran dictadores, como Hitler o Mussolini o el Partido Comunista Checoslovaco en 1948.
Un abrazo.