Fernando Rodríguez-Izquierdo Gavala
En la escueta pero muy sentida presentación, Joaquín Rodero dijo que le había dado clases en 3º, mientras estudiaba Filología. ¡Qué envidia sentí! Pensé que si me hubiera dado clases a mí, igual me habría entrado el interés por la cultura japonesa mucho más joven y ahora hablaría y leería japonés. Sería otra persona. Lo puedo pensar, pero podría haber pasado o no. Siempre he sido muy dejado, pero entonces lo era aun más. Y no sé si habría pensado como lo hago ahora: que Fernando Rodríguez-Izquierdo Gavala es el nombre más importante de las Letras que ha dado esta bendita ciudad en los últimos años. Su libro, El haiku japonés: historia y traducción, editado por Hiperión es uno de los libros que no debe faltar en la biblioteca de cualquier aficionado al género. Y cuando digo "género" me refiero a la Lírica. Es más aun: me refiero a la Poesía. Si hablamos de Japón, entonces todo esto es tan obvio por evidente que resulta innecesario y redundante.
Ha traducido de todo: poesía clásica y menos clásica, y de los narradores, entre otros a Ogai Mori, Kobo Abe, Natsume Soseki, Saikaku Ihara y Michio Takeyama. Incluso fue el primer traductor, al menos en España, al castellano de Haruki Murakami. Tradujo A la caza del carnero salvaje, para Anagrama.
También ha sido editor. Puso en marcha junto a un par de compañeras la mítica Luna Books, una editorial que publicaba libros en castellano en Kamakura.
Me emociono sólo de imaginarlo.
Quiero esos libros.
Hace un par de semanas hubo un curso en Sevilla: Iniciación al Haiku Japonés. Interpretación, Composición en Castellano y Traducción, que se inauguraba con su conferencia: Introducción al haiku japonés. Fue justo el día de mi dichosa última intervención quirúrgica. Al día siguiente, el martes pasado, hablaba en Madrid sobre Shoei Ooka y Michio Takeyama. Obviamente, tampoco pude ni plantearme ir. Pero hoy, martes 28 de marzo, daba una Conferencia en el Ateneo de Sevilla sobre Matsuo Bashí´ y su libro Sendas de Oku.
No hubiera faltado ni así me ataran ni me crucificaran.
En el camino vi a tipos con cuerdas y cruces, pero huí de ellos. No me lo podía creer, pero aparecieron más.
Y más.
Pero llegué a tiempo al Ateneo.
Una mujer, que resultó ser Keiko Kawabe, la autora de las caligrafías y haigas que aparecen en 70 haikus y senryí»s de mujer, me dio una hojilla con el programa previsto y una serie de haikus de Bashí´ traducidos por Fernando Rodríguez-Izquierdo.
Lo de la puntualidad japonesa es un tópico.
(O quizás sea que se mezcló lo japonés con lo sevillano).
Ahora, eso sí: todos los problemas técnicos que motivaron el retraso se solucionaron cuando trajeron un portátil Toshiba.
Tenía la marca bien puesta y bien grande: TOSHIBA
¿Qué es más hermoso, un portátil Toshiba o este haiku de Bashí´?
Se va la primavera.
Lloran las aves.
Lágrimas en ojos de los peces.
¿Qué es más hermoso, todo el imperio Toshiba o ese haiku de Bashí´?
¿Debo estar agradecido al hombre que me ha acercado este haiku de Bashí´?
Sin duda vale más este haiku que todo el imperio Toshiba. Aunque confundan los necios...
Abrazos.