El viajero en el tiempo (2)
El rumbo perdido las aceras estrechas algunos días los charcos
mirando siempre los mismos escaparates
siempre las mismas librerías
los mismos árboles el mismo perro que me espera en el mismo sitio
y me olisquea
en Aracena
era diferente todo el mundo
por descubrir por conocer por inventar
aquel año todas o casi todas las noches
el placer
sentir cómo crecían las ojeras cómo iba y venía el columpio
empujar el columpio
caminos senderos y campo
puro campo
me fijaba en los árboles en el color de la tierra
en el humillo que salía por las mañanas
de la tierra
es posible que repitiera lugares no me daba cuenta es posible
a veces me encontraba en algún sitio y pensaba: "aquí he estado antes"
pero no recordaba cuándo había sido lo olvidaba
me gustaba olvidar y volver otro día a descubrir el mismo sitio
no importaba a nadie le importaba nadie más lo sabía
pensaba un nombre
cuando llegaba a casa tras haberle dado mil vueltas
y haberlo cambiado varias veces
escribía el nombre escribía donde había estado lo guardaba
escribía "la isla de Aklan"
las islas todas las islas en mi isla
no hacían falta grandes nombres
sólo tú sólo yo
me gustaban los colores a veces los olía
siempre decidía otros nombres otros distintos
sabía más de lo que sé más que aquí
en Aracena también solía hacer frío era
frío más llevadero otro frío
descubrí un sitio que debía ser secreto nadie más iba nunca por allí
a veces guardaba cosas
al día siguiente allí estaban
regresaba otro día y allí estaban
ni animales ni personas ni viento era un lugar secreto
sí
lo era
allí leí la historia de la mujer del viajero en el tiempo
allí guardaba un paquete de cigarrillos y un zippo
no es tanto que los guardara como que los dejaba allí
los días que no llovía
no soy tan necio de dejarlos allí para que se mojen
todas la mañanas allí
iba después de comer un paseo encendía un cigarrillo
y continuaba la lectura por donde la había dejado la tarde anterior
nada más ni siquiera llevaba el móvil
esa historia me encantó
eran una pareja Henry y Clare: ella lleva su vida normal
salvo por el detalle de que su pareja es un viajero en el tiempo
no es fácil ser la mujer de un viajero en el tiempo
no
no es fácil
tampoco es fácil ser la pareja de alguien que lee o que escribe ya lo sé claro que lo sé
me encantó la historia
la leí en el árbol donde me creía que estaba acompañándote
donde me creía que te había conocido cuando eras pequeña
cuando el mundo te odiaba y tú viste algo diferente en mí
porque no lo he dicho pero lo que más me gustaba
de ese árbol -un pino-
de ese libro
de ese mechero
de esos cigarrillos que fumaba respirando a bocanadas
era sentir siempre sentir que estaba allí contigo
mirando siempre los mismos escaparates
siempre las mismas librerías
los mismos árboles el mismo perro que me espera en el mismo sitio
y me olisquea
en Aracena
era diferente todo el mundo
por descubrir por conocer por inventar
aquel año todas o casi todas las noches
el placer
sentir cómo crecían las ojeras cómo iba y venía el columpio
empujar el columpio
caminos senderos y campo
puro campo
me fijaba en los árboles en el color de la tierra
en el humillo que salía por las mañanas
de la tierra
es posible que repitiera lugares no me daba cuenta es posible
a veces me encontraba en algún sitio y pensaba: "aquí he estado antes"
pero no recordaba cuándo había sido lo olvidaba
me gustaba olvidar y volver otro día a descubrir el mismo sitio
no importaba a nadie le importaba nadie más lo sabía
pensaba un nombre
cuando llegaba a casa tras haberle dado mil vueltas
y haberlo cambiado varias veces
escribía el nombre escribía donde había estado lo guardaba
escribía "la isla de Aklan"
las islas todas las islas en mi isla
no hacían falta grandes nombres
sólo tú sólo yo
me gustaban los colores a veces los olía
siempre decidía otros nombres otros distintos
sabía más de lo que sé más que aquí
en Aracena también solía hacer frío era
frío más llevadero otro frío
descubrí un sitio que debía ser secreto nadie más iba nunca por allí
a veces guardaba cosas
al día siguiente allí estaban
regresaba otro día y allí estaban
ni animales ni personas ni viento era un lugar secreto
sí
lo era
allí leí la historia de la mujer del viajero en el tiempo
allí guardaba un paquete de cigarrillos y un zippo
no es tanto que los guardara como que los dejaba allí
los días que no llovía
no soy tan necio de dejarlos allí para que se mojen
todas la mañanas allí
iba después de comer un paseo encendía un cigarrillo
y continuaba la lectura por donde la había dejado la tarde anterior
nada más ni siquiera llevaba el móvil
esa historia me encantó
eran una pareja Henry y Clare: ella lleva su vida normal
salvo por el detalle de que su pareja es un viajero en el tiempo
no es fácil ser la mujer de un viajero en el tiempo
no
no es fácil
tampoco es fácil ser la pareja de alguien que lee o que escribe ya lo sé claro que lo sé
me encantó la historia
la leí en el árbol donde me creía que estaba acompañándote
donde me creía que te había conocido cuando eras pequeña
cuando el mundo te odiaba y tú viste algo diferente en mí
porque no lo he dicho pero lo que más me gustaba
de ese árbol -un pino-
de ese libro
de ese mechero
de esos cigarrillos que fumaba respirando a bocanadas
era sentir siempre sentir que estaba allí contigo