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"De inquisidores, poetas y genios (1)", por Miramamolín, el Moro

Un hito histórico en Onubenses.org: se le ha concedido el PREMIO BIP-BIP 2005. Todos los que participamos estamos de enhorabuena y nos sentimos comprometidos a seguir colaborando.

Otro hito histórico en Onubenses.org: ya le ha salido un inquisidor que, SIN ESGRIMIR UN SOLO ARGUMENTO, vela por lo que él considera lo "políticamente correcto", condena al visitante que disiente de algún columnista, le insulta y le "invita" groseramente a no visitar nuestro portal, tratando, según parece, de cercenar dos derechos humanos: el de la libre expresión de ideas y el de la libre circulación (por el ciberespacio en este caso). Por este hito yo estoy de enhoramala.

Aparte de lo dicho, el inquisidor muestra una "solidaridad" parecida al "a mi la legión" con el columnista disentido y se asusta ante la palabra "reflexión", tal que Goering , Millán Astray o Goebbels cuando dijeran (se le atribuye a los tres): "cuando oigo la palabra cultura/(reflexión en este caso) saco la pistola". Puede verse en:

http://www.onubenses.org/columnistas/manuelrubiales.php?title=flores_clandestinas&more;=1&c;=1&tb;=1&pb;=1

Considero grave el asunto por las siguientes razones:

a) denota que hay riesgo de considerar acertada sólo "nuestra" concepción de la democracia, o sea tratar de imponer un "pensamiento único" en los usuarios del portal;
b) pretende hurtar el debate y convertir la sección de comentarios a las columnas en el baboseo de hoy por tí mañana por mí (salvo unos insultos a Pedro Gabo de una tal Laura y otros a Marcos Gualda de uno que luego se excusó, no he visto comentarios críticos apenas, siendo como son, además, escasos los que se formulan);
c) puede frenar a otros visitantes que sientan el impulso de comentar;
d) traiciona el espíritu de las entidades creadoras de Onubenses.org;
e) puede contribuir a desprestigiar el portal, que tanto esfuerzo e ilusión supone para sus creadores, colaboradores y gestores.

Por todo ello, les propongo la creación de la figura del Defensor del Visitante, de modo que tales faltas de respeto a sus derechos no partan nunca de nadie que colabore en Onubenses.org y si ello ocurriese, se adopten las medidas que se estimen pertinentes en el protocolo de actuación que se elabore ad hoc.

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A mí no me asusta reflexionar, aunque algunas veces pueda ser doloroso, y el intento de esbozo de minidebate a que se alude arriba me ha provocado. Hay algunas cuestiones que se formulan en él, sobre las que he reflexionado, reflexiones que paso a compartir con quien me lea, así, a vuelatecla:

"En los mundos marginales tambien hay belleza y poesía".

En principio, parece una afirmación muy genérica, sobre la que no se argumenta nada. Yo pienso que la belleza o la poesía muchas veces, si no la mayoría, están en quien mira y no en el objeto contemplado, con fortísima carga subjetiva, pues. De ahí que la generalización sin más signifique poco: hay quien se pirra por Woody Allen y quien no lo soporta, ¿es "bello" o "poético" o no lo es?.

Conozco a bastantes personas que trabajan desde hace años en el mundo marginal. Nunca las he oído hablar de belleza y poesía, sino de incultura, miseria, picaresca, …

Cuando se habla de belleza y poesía en el mundo de la prostitución, ¿se está pensando en sus causas -machismo, capitalismo feroz- o, de un modo sentimentaloide, se obvian éstas por reconocer lo difícil que es erradicarlas, se consuela uno viendo belleza y poesía, quizá por considerarlo un mundo exótico, del mismo modo que los viajeros románticos vieron la España que vieron y parieron las obras que parieron, idealizando lo que no tenía nada de ideal? Que no es lo mismo ver un óleo pleno de luz y colores en las ropas de unos gitanos que verlos junto al fuego en un camino, llenos de mugre, desconfianza y piojos. No es lo mismo, no.

Otro día sigo.
rafa leon
rafa leon dice:
05/12/2005 17:42

Suscribo y, si lo tuviera, me quitaría el sombrero. Creo que se puede, y se debe ser, a la vez tolerante, crítico y educado (aunque yo a veces no lo consiga). Sin estas condiciones se hace muy difícil cualquier diálogo y síntesis constructivos.

En cuanto a la prostitución, comparto que difícilmente, por no decir imposible, se puede encontar algo poético en la misma. Aunque si creo que en casi todas partes y personas se puede encontrar un hálito, una razón para "construir" un poema. En las prostitutas, no en cuanto a su "profesión" sino como seres humanos oprimidos, creo que también, siempre que no se fomente o se justique la prostitución en sí, sino los valores humanos de estas mujeres (u hombres que también los hay) que también los tienen y con tal vez más valor dada la situación de explotación y sordidez a las que se han visto sometidas.

Y desde luego, no deberíamos perder nunca de vista que no es lo mismo ver a unos gitanos en un óleo que llenos de mugre y todo lo demás junto al fuego en un camino. Yo ya soy viejo pero esto lo he aprendido hoy. ¡Torpe que es uno!

Un abrazo.

manuel rubiales
manuel rubiales dice:
07/12/2005 13:16

Saludos.
Creo que no se ha sabido interpretar adecuadamente mi último artículo, nos estamos quedando pululando en las formas, más o menos adjetivadas, no me atrevería a decir poéticas (no creo llegar a tanto), tal vez obviando que no he pretendido hacer elogio de la prostitución en modo alguno, al contrario, se trataba de fotografiar al personaje de la prostituta e intentar hacer reflexionar sobre la postura de ciertos ayuntamientos, como el de Madrid, que parecen entender que la solución a un, evidente, problema social, pasa por su eliminación de las calles, sin acciones alternativas que no pasen por la represión policial, social y hasta política. Las prostitutas, al margen de la imagen personal que se pueda tener de ellas, mas o menos romántica, como en ese cuadro de gitanos al que haces referencia, son mujeres, generalmente, en las que la desgracia se ha cebado y son victimas de un mundo machista, desigual y aliñado con las vilezas de los más bajos instintos humanos. Evidentemente no hay belleza en el desarraigo, solo miseria y podredumbre, pero no por ello debemos dejar de empatizar con la realidad de las prostitutas y tratarlas, aunque solo sea de vez en cuando, con un poco de respeto, ternura , sensibilidad y, sobre todo, solidaridad, lo cual no significa, en modo alguno, fomentar el oficio o buscar su lado más amable, si es que lo tiene. Por otro lado nada de esto es nuevo, la prostituta es un personaje recurrido históricamente en todos los campos de las artes desde hace siglos y me resisto a pensar que los creadores y artistas (genios o no), hayan pretendido, supongo, hacer valer la prostitución, sino solamente recrearse o plasmar una realidad que existe, a pesar de todo, y a la que, al parecer, cuesta enfrentarse sin el peligro de caer en los tópicos o las demagogias. Mil gracias por todo Miramolín y, sobre todo, por ahondar en las lagunas que mis reflexiones o la de los comentaristas hayan dejado en el aire.