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1. ¿SIMÚN, CICLÓN, TORNADO...?

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- ¿Quién vive...? ... ¿Se puede? ... ¡Ah del ciberespacio...! ¿Me reciben...?, ¿Me leen? ¡Soy yo, Miramamolín ... el Moro. Me paseaba por aquí hace ya más de dos años, sí, pero hubo un accidente y me he tirado todo ese tiempo en lo alto de una palmera datilera. En el Sáhara. Algunas veces me enganchaba a un cocotero para equilibrar la dieta, pero la verdad es que he terminado de frutos palmíferos jartito, pero que mú jartito.

Si alguien leyó lo último que colgué aquí recordará que se me pinchó el turboturbante con el cálamo. Intenté arreglarlo, pero no llevaba parches, ni silicona ni nada parecido, de modo que se me ocurrió subir a la palmera y aprovechar los azúcares de los dátiles para hacer una pasta pegajosa, pero nada, no pude a las primeras ni a las tricentésimas de cambio. Y seguí probando; ya sabéis, método científico...

No me atreví a bajar hasta haberlo logrado, porque con lo que me costó subir, desconfiaba realizar la proeza de nuevo. Hasta hace unos días, en que el viento me derribó y casi me enterró en la arena. No sé si fue un simún, un ciclón o un tornado, pero la fuerza fue inmensa. Una vez en el suelo, me encaminé a la primera -y lejana- ciudad y allí arreglé la avería. Ya en funcionamiento todos los sistemas, pude ponerme al día y descubrí que lo que me derribó fue un vendaval-terremoto-fusión procedente de Al-Ándalus, concretamente de Granada.

Resulta que dos profesores de literatura, uno poeta y progre y el otro marxista, no comparten las mismas ideas acerca de García Lorca, de modo que sus enfrentamientos claustrales llegaron al extremo de que el poeta llamó al marxista "hijo de puta" y "cabrón" en una reunión del departamento y, unos días después, en un artículo ampliamente difundido, le dijo que es un profesor "perturbado", "cercano al delirium tremens" (su vocabulario), y acababa pidiendo que "la Universidad de Granada ponga a este perturbado en su sitio" (curioso concepto de lo que es la "libertad de cátedra"). El profesor marxista se querelló y el poeta ha sido condenado por un delito de injurias graves con publicidad. Ahora, además de ser poeta, al currículo añade los antecedentes penales, porque. según ha declarado, no piensa recurrir la sentencia y deja la universidad.

Bien, yo no sabía nada del asunto ni del profesor marxista. Sí sabía del profesor poeta, aunque no mucho (volveré sobre ello), de modo que pedí información a alguien de mi organización (CNI, ya sabéis) en Granada y aparte de lo ya expuesto me añadió:

Mediatización de los hechos: El joven izquierdista se deja ir y dice que los tres mil euros son una miseria -¿cuántos le dirían: pa ti, no pa mí? - pero sobreactúa anunciando que deja la Universidad de Granada, lo que sugiere que se siente perseguido. "Ideal" le concede la primera página, a toda plana, anunciando que se "exilia". Menos mal que lo entrecomilla. Dentro se habla de que "es la primera víctima de la guerra por el poder cultural en Granada" y de que la próxima víctima quizá sea "del otro bando". Nadie alude a que el viejo bronco y gruñón es marxista. Dicho todo así, y en Granada, más bien se deja pensar que a lo mejor es de derechas. "Ideal" da la palabra al Rector de la Universidad, que se entera sobre la marcha, defiende a uno de sus profesores y no a otro, o a los dos; buenos reflejos; la Decana, que es amiga del joven, idem id, y saca a colación a los alumnos, que llenan las clases del joven izquierdista y van menos a las del viejo marxista. Como si eso tuviese que ver con la cuestión de los insultos. De hecho, casi nadie habla a favor del viejo marxista, que ha sido insultado "urbi et orbe", casi nadie lo defiende, sólo José Vicente Pascual habla en esta línea minoritaria (uno a siete). Visto así, todo parece una arbitrariedad judicial de la que es víctima alguien que no lo merece. De la cuestión de sus insultos, que zahirieron, digamos que delante de toda España, como en la televisión, al viejo marxista, nadie vuelve a hablar.

En este rifirrafe, el joven izquierdista acusó en su momento, sin matices, al viejo marxista de decir que Lorca era fascista. Recurso retórico, no científico. El viejo marxista hizo un análisis en el que exponía que Lorca usó una temática populista, próxima a la de los fascistas, sin comprometerse con la lucha de clases. Eso se puede discutir, es curioso e interesante, pero toca al icono de la izquierda y sobre él, como sobre el Corán, no se puede discutir ni ejercer crítica alguna, mucho menos desde más a la izquierda, desde un marxismo bronco y radical.

En fin: ¿"guerra por el poder cultural" o un francotirador contra el poder cultural?.

Continuará.