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Unión Europea, Ética, producción y comercio internacional

A continuación tenéis un pequeño artículo con una propuesta "sencillita" para la compatibilización de la Ética y la producción y comercio internacional en relación con la Unión Europea.

UNIÓN EUROPEA, ÉTICA, PRODUCCIÓN Y COMERCIO INTERNACIONAL

En mi humilde opinión, creo que la Unión Europea debería aprobar, al menos, las siguientes medidas en materia de producción y comercio internacional para ajustarse plenamente a los principios derivados de la Ética más elemental:

1.- Prohibir a las empresas de la Unión Europea que produzcan, directa o indirectamente, fuera de la Unión Europea en condiciones no permitidas aquí (trabajo infantil, semiesclavitud, represión socio-laboral, contaminación y depredación ambiental, etc.) y, caso de hacerlo, imponerles las mismas sanciones que se les impondrían si hubieran actuado así dentro de nuestro territorio.

2.- Prohibir la comercialización en la Unión Europea de productos realizados en otros países en condiciones no permitidas aquí.

Tan coherente, tan lógico, tan simple,... y, a la vez, tan extremadamente difícil y complejo, por las enormes implicaciones sociales, políticas y económicas que conllevaría su aprobación.

En principio, creo que estas medidas no les harían ninguna gracia ni a las grandes empresas afectadas, ni a los gobernantes de otras potencias mundiales, mientras que sí serían del agrado de nuestros trabajadores y sindicalistas y, probablemente, de la mayoría de los ciudadanos de la Unión Europea (aunque éstos tendrían que acostumbrarse a consumir un poco menos). Sin embargo, aún me pregunto qué opinarían nuestros políticos y, sobre todo, qué les parecerían estas medidas a los principales beneficiarios de las mismas: ¿preferirían seguir siendo explotados y asistir a la degradación ambiental extrema de su tierra a cambio de conservar los puestos de trabajo de cuya subsistencia dependen hoy?. Probablemente, dependería de la implementación o no de medidas compensatorias que pudieran garantizarles la satisfacción de sus necesidades básicas y la mejora de sus condiciones de vida sin renunciar a sus derechos fundamentales y a su calidad ambiental.

PD: otro día escribiré sobre las condiciones de producción dentro de la Unión Europea, que, en muchos casos, también dejan bastante que desear.

Manuel Gualda Caballero
Huelva, a 8 de diciembre de 2004