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El Mito de la Taberna

Hoy recupero del baúl de los recuerdos este artículo que redacté en 1999 para incluirlo dentro de la documentación de FOROS'99, I Jornadas Telemáticas Socioambientales de Huelva (¡Más de 100 colectivos de Huelva en internet!). Trata sobre el proceso de acercamiento entre políticos y ciudadanos, y sobre la mejora de las vías de participación de estos últimos en las decisiones de interés general tomadas por los primeros.

EL MITO DE LA TABERNA

ENUNCIACIÓN:

En mi pueblo hay dos grandes puntos de reunión social: la Taberna y el Casino. A la Taberna va la gente del pueblo llano, entre ellos, los vecinos que pertenecen a las asociaciones y colectivos que trabajan para mejorar nuestra calidad de vida y promover el respeto de los Derechos Humanos, de los Animales y de la Tierra. Al Casino van los poderosos, los ricos y los influyentes, incluyendo a los políticos que se encargan de la administración de las cosas públicas.

En la Taberna, la mayoría se dedica a pasar el rato bebiendo, jugando o viendo la televisión. Sólo unos pocos se reúnen en torno a una mesa y dedican gran parte de su vida a mejorar el estado de los Derechos Humanos, de los Animales y de la Tierra.

En el Casino, los ricos, los poderosos, los influyentes y los políticos hablan de sus cosas y diseñan las acciones y políticas que más tarde pondrán en marcha desde sus empresas, organizaciones y Administraciones.

En la práctica, esta situación ha producido un gran distanciamiento entre la mayoría de los vecinos y los políticos. Incluso son muchas las ocasiones en que podemos asistir a enfrentamientos directos entre ellos: acusaciones, desprecios e insultos, manifestaciones y represiones, denuncias y castigos judiciales, etc. Todo ello, ha dado lugar a que en mi pueblo la capacidad de influencia de los colectivos y vecinos sobre los políticos sea mucho más pequeña de lo que debiera ser (justo al contrario de lo que sucede con los ricos y poderosos del Casino: ellos sí influyen mucho en los políticos, a pesar de que son muy pocos).

En mi pueblo, esto siempre había sido así. Hasta que un día un grupo de jóvenes de la Taberna decidió invitar a los políticos y administradores de lo público a pasar las tardes con ellos. Estos jóvenes no entendían por qué los políticos a los que ellos escogían para administrar los asuntos públicos apenas les tuvieran en cuenta a la hora de decidir las políticas que aplicarían desde sus Administraciones. No entendían por qué se acordaban de ellos sólo en elecciones. Si los políticos eran los representantes del pueblo, creían que en vez de ir al Casino y ser amigos de los poderosos, tenían que ir durante toda la legislatura a la Taberna y relacionarse con el pueblo que les elegía, principalmente con aquellos vecinos a los que más interesaban las cuestiones públicas. Estaban convencidos de que así mejoraría la calidad de vida de la mayoría de los vecinos del pueblo.

Este grupo de jóvenes tuvo mucho trabajo, pero al final lograron convencer a unos y a otros para que se reunieran a menudo en la Taberna del pueblo. Llegó un día a partir del cual los políticos dejaron de ir al Casino y siempre disfrutaban de sus ratos de ocio en la Taberna, relacionándose con el pueblo llano. Se hicieron amigos de los vecinos más activistas y desde entonces unos y otros se consultaban todas las cuestiones políticas y siempre se tenían en cuenta antes de emprender una acción que afectara a la generalidad de los vecinos.

Desde aquel día, la política empezó a diseñarse en la Taberna, con la participación directa de los vecinos. Los políticos empezaron a pedirle al pueblo algo más que su voto. Contaban con los vecinos a lo largo de todo el año, sus relaciones se hicieron muy buenas y las políticas que se ponían en marcha estaban diseñadas teniendo en cuenta la opinión de aquellos a los que iba dirigida: el pueblo.

Nota: Lo único que no alcanzo a comprender es por qué me llamáis el Alcoyano, si yo no soy de Alcoy... \ ;-)

EXPLICACIÓN:

En la actualidad es bastante común observar que los políticos a los que elegimos para que nos representen y velen por nuestros intereses, se relacionan mucho más con esa minoría de la población que ostenta el poder y que posee la mayoría de las riquezas, en vez de codearse con esa mayoría que constituye el pueblo llano.

Es raro ver enfrentamientos directos entre políticos y poderosos, mientras que a nadie le extraña hoy en día asistir a manifestaciones, denuncias y otros enfrentamientos entre los políticos que nos gobiernan y muchos de los colectivos que forman los ciudadanos de a pie para defender sus derechos, los de los animales y los de la Tierra.

Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que en el momento actual los políticos a la hora de gobernar suelen tener más en cuenta las presiones de los poderosos que las razones del pueblo (lo cual no es extraño, máxime si tenemos en cuenta que sus relaciones con los primeros son buenas, continuas y directas, mientras que sus relaciones con el pueblo son menores, menos directas y, en muchos casos, conflictivas).

¿Cómo solucionar este problema? Algunos piensan que deben ser los políticos quienes se acerquen más al pueblo. Otros opinan que debe ser el pueblo quien se arrime a los políticos. Y nosotros proponemos que tanto unos como otros sean los que se muevan para encontrarse lo antes posible. Es decir, proponemos mejorar y multiplicar las relaciones entre los políticos y el pueblo que les elige y al que gobiernan, y para ello hemos creado un espacio web, una "Taberna" en Internet, que queremos que sirva de lugar de encuentro, discusión y consenso, para que a la hora de gobernar, los políticos puedan contar directamente con la opinión del pueblo a través de su intercomunicación con todos los colectivos socioambientales de su territorio que respetan los Derechos Humanos, de los Animales y de la Tierra.

Estamos convencidos de que el fortalecimiento de las relaciones entre políticos y colectivos socioambientales potenciará enormemente la mejora de nuestra calidad de vida. Está científicamente demostrado que la paz y el consenso social mejoran el desarrollo de cualquier comunidad. La unión hace la fuerza, ahorra energías y multiplica la efectividad.

Manuel Gualda Caballero

Fundación Utopía Verde
http://utopiaverde.org