Viriato y los Príncipes
La de Antena 3 era un desopilante intento de reconstrucción de la lucha de Viriato contra los romanos. Nada más ver las permanentes de las chicas y las aseadas aldeas de los hispanos me entró la risa floja. Los trajes parecían comprados en el Lidl, en plan: "Esta semana, trajes de Hispania a precio de ganga. No se engañe: ¡La calidad no es cara!". Veías a los romanos y pensabas: ¿Este no es el de la serie aquella de memorias de una modelo o algo así? ¿Aquel no anunciaba jabón? Todos parecían gente disfrazada. Bueno, lo que eran...
La serie de Tele 5 no era menos descacharrante. Se trataba de una reconstrucción de la historia de amol entre el Príncipe y Letizia. Uno se preguntaba quién había escuchado los diálogos que tenían en privado para ponerlos en la serie. ¿O era todo inventado? Ya sé que es todo inventado, pero me encantó ver lo poco que se parecía Urdangarín y lo mucho que se parecían Elena y Cristina. Sofía no se parecía nada (daba un poco de pena ver a la inmensa Marisa Paredes intentando imitar el acento de la Reina). Ahora bien, Junjo Puigcorbé era clavado al Rey, pero igualito. Si entrecerrabas los ojos es que te lo creías, porque era tal cual.
Pero no sacaron a mi favorito, Jaime de Marichalar. Cualquier actor lo hubiera clavado. Ese hombre flaco y elegante. El más fino de la familia real. Siempre me ha gustado Jaime de Marichalar. Creo que no ha sido comprendido.
Lo cierto es que, pese a mis diatribas contra la institución monárquica, me caen bien los Príncipes de Asturias. Hasta el Rey me cae bien. No se merecían el atentado de esta serie melosa, enteramente parecida a aquellos telefilmes que hacían hace una década los ingleses con Carlos y Diana y en el que dos actores con un vago parecido pugnaban por poner gesto aristocrático sin ninguna fortuna. Pero bueno, ahora que ya no existe Benny Hill, alguna compensación teníamos que tener.
Mis reyes carlistas no hubieran dado tanto juego. Ni los presidentes de la república en la que creo. Somos afortunados de tener una realeza tan colorista. Y un pasado tan chulo: ¡Viriato! Mi héroe. Ahi es nada.
Pepeluí... ¿no te estarás ablandando, verdad?, jejejeje. Eso sí, estoy contigo, el marichalar es un crak, ese hombre debe de oler a alcanfor, por lo menos