Una cerda, dos amigos, mucho humo y demasiado trabajo
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Aquí vivimos como ermitaños y, por lo mismo, más disfrutamos los ocasionales encuentros con buenos amigos. Comí con Rafa Suárez Plácido y José Manuel Mora Fandos (que vino desde Valencia a presentar su libro Tan bella, tan cerca) y fueron unas horas estupendas de conversación, robadas y bien robadas al trabajo. José Manuel nos regaló sendos dibujos y sólo faltó que tocara un poco el saxo en la calle, espontáneamente, que esa era la intención.
Nos conocimos en un blog, discutiendo, y no hemos dejado de hacerlo durante varios meses. Cordialmente, eso sí. Podría decirse que no coincidimos en nada. Mejor... Las amistades a la contra suelen prosperar.
(Bueno, sí coincidimos en algo: ambos pedimos el mismo plato -chuletas de cordero- y nos bebimos una botella de Protos al alimón, mientras Rafa, que está convaleciente y no puede beber, nos miraba con envidia malsana).
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Cincuenta días sin fumar, 1.250 cigarrillos no fumados... Y sigo exhalando humo: sin alquitrán, sin monóxido de carbono, con sabor, con placer, sin daño. Me encuentro muy bien. He descubierto que tengo pulmones. Ya no me canso. Todo sabe y huele mejor...
Y sigo echando humo, y haciendo aritos de humo... ¿De verdad no queréis saber el truco?
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Muy retrasado con mi traducción. Otra esperándome. Libros que he de reseñar. Poemas que he de escribir y no escribo. Absuelven a Camps y juzgan a Garzón. Se acaban las temporadas de "The walking dead" y "Downtown Abbey"...
A veces envidio ardientemente a Pinky.
Ahoj,
Y del cabreo, la indignación, la inmolación, el desencanto... De eso ná de ná?
Prefieres sobar a una gocha?
La desintoxicación conlleva la pérdida de les poques neurones que sobrevivían por esos lares?
Perdona pero acabo de leer algunes opiniones de los que se alegren y enciéndome.
Besinos, Ra.