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Soñadores

Más cine. Hace algún tiempo leí una novela cuyo título no recuerdo porque era francamente mala. Sin embargo, Bernardo Bertolucci hizo con esa novela una película maravillosa, lo que demuestra (en contra de la opinión general) que de un libro pésimo puede surgir una gran película (lo contrario ha quedado sobradamente establecido a lo largo de décadas de cine y literatura).

OK, el caso es que no había visto "Soñadores" -a pesar de que todos me la recomendaban- precisamente por eso: porque la novela era espantosa. Ahora la he visto, esta tarde, y aún estoy emocionado. Mientras escribo esto, escucho a Charles Trenet, "La mer", la canción fetiche de los dos hermanos de la película. La chica se da cuenta de que está siendo castigada por traicionar los códigos no escritos de la relación entre ellos cuando su hermano la hace sonar mientras está con otra mujer.

Incesto. Qué palabra tan larga y tan fea para nombrar algo tan hermoso. Es como "coito", "fornicación" o "gula", palabras llenas de alambres que sustituyen a cosas maravillosas (amor, placer...); palabras que hemos heredado de la fría ciencia -en el mejor caso- y, en general, de las costumbres de opresión de lo mejor de nosotros. En "Soñadores", hay un personaje completamente accesorio: ese americano rubio y pacato que es incapaz de ver la belleza de un amor que no se atreve a decir su nombre y que, sin embargo, los dos interesados viven como la pura razón de sus vidas. Él se enamora convencionalmente (¿se enamora?) y no entiende que la verdadera pasión está del lado de los que no se plantean otra cosa que la vida con todas sus consecuencias o la muerte sin más. Y es que hay vínculos tan arcanos que el común de los mortales (quien no mira más allá de lo que le han enseñado) no puede penetrarlos.

Una película tan intensa que su atmósfera no te abandona. Un relato de lo mejor del ser humano: aquello por lo que estamos dispuestos a morir. No, rectifico: aquello por lo que estamos dispuestos a vivir. ¿Hay otra cosa que valga la pena?
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evavaz
evavaz dice:
07/11/2007 02:31

Lo más hermoso de la película es la ausencia de juicio y prejuicio. El regalo tripartito de dos y uno. Y el extraño sentimiento de tener un lugar privilegiado en un espacio de sólo dos.
Incesto es una palabrota indeseable e indecente. Amor hace más justicia a los tres personajes entrañables, excitantes y amables.

Recomendación para la felicidad. En ello estamos...
evz

Dario
Dario dice:
17/03/2008 14:20

A mí la película me gustó bastante, pero sinceramente no lo veo como una historia de amor a tres. Sino más bien como un delirio juvenil llevado al extremo.

Llamadme idealista, pero para mí el amor puro y romántico tan sólo se da entre dos personas. Sean del sexo que sean, eso sí. Que no me he escapado del foro de la familia,jejejjejeje....

El tema de este amor entre hermanos podría ser objeto de un intenso debate, que incluso veo peligroso abarcar.

Txema Munarriz
Txema Munarriz dice:
31/01/2010 20:27

Sin entrar en el incesto que daría para mucha conversación, a mi de la película me gustó el homenaje al cine por parte de su director, ese Godard de "Banda Aparte"( escena en el Louvre), o el Fuller de Corredor sin retorno por no nombrar muchos más me produce autentico escalofrió. Sin contar por supuesto esa dedicatoria a Andre Bazin. Una joya