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Regalos

alan00015 Me escribe mi amigo Josep Carles Laínez: "Es curiosa esa bitácora de tu vida, tan abierta, expansiva y optimista siempre". Hombre, es que no es una bitácora de mi vida, aunque parte de mi vida salga en ella. Hay muchísimas cosas que se quedan fuera. Y si me dedicase a contar mis problemas, necesitaría cinco o seis blogs. Pero no voy a hacer nada de eso. Ni muerto escribiría un blog contando desdichas. ¿Para qué? ¿No es bastante con esos poemas que son la alegría de la huerta?

Me aferro a todos los asideros. Hoy mismo (casualmente, tras el post anterior) me llega el correo lleno de regalos, todos de la editorial Navona: ejemplares de mi traducción de El sacrilegio de Alan Kent, de Erskine Caldwell; Una cama sumamente extraña, de William Wilkie Collins, traducido por Joachim De Nys y con prólogo mío; y Armonía, de Eduard von Keyserling, que ha traducido mi amigo Xandru Fernández. Además, Marisa Trigo, de Navona, me envía la edición original de Georgia Press del libro de Caldwell, con unos grabados preciosos, porque sabía que me encantaba. Mil gracias.

alan-kent-200011 Copio el texto de contraportada de la edición de Navona de El sacrilegio de Alan Kent:

"A medio camino entre la novela y la prosa poética, tan pronto tierna como sobrecogedora, El sacrilegio de Alan Kent es el retrato de un vagabundo -alguien cuyas raíces son la tierra misma- y una crónica de la dura existencia en el profundo Sur durante los años de la Gran Depresión. Prostitutas y granjeros, negros extenuados y blancos pobres, los supervivientes en fin de la lucha por la vida, pueblan estas páginas escritas con desenfrenado lirismo e intensa compasión por el destino del ser humano.
A través de fulgurantes párrafos que van desde unas pocas líneas a una única frase rotunda y demoledora, Erskine Caldwell depura el lenguaje hasta el extremo para ofrecernos una visión desesperanzada de la búsqueda de la felicidad, logrando una obra maestra que, si comparte muchos de los rasgos de anteriores novelas suyas, como El camino del tabaco o La parcela de Dios, se aparta de estas para explorar modelos expresivos inéditos, nuevas formas de narrar".
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Ernesto Frattarola
Ernesto Frattarola dice:
14/03/2011 12:15

Enhorabuena, una vez más.

Un abrazo

Ernesto

Jorge Ordaz
Jorge Ordaz dice:
15/03/2011 21:46

Esta atípica, poética y atrevida novela corta de Caldwell, puede resultar un descubrimiento para muchos que han leído otras novelas suyas o para quienes se adentran por primera vez en su narrativa. Enhorabuena por la espléndida traducción.
Un abrazo.