Nimiedades
Actualmente traduzco a Conan Doyle, tengo un par de colaboraciones en prensa, estoy de jurado en un par de concursos y, dejando atrás la parte mercenaria, corrijo las pruebas de mi próximo libro, El fin de semana perdido, que saldrá tras el verano. Leo cosas dispersas: los cuentos de Scott Fitzgerald publicados por Navona y poemas de amigos lejanos y cercanos: Anne Sexton, Vicente García, José Luis Argí¼elles... Me pongo al día con blogs que me gustan porque en ellos habla gente inteligente que dice cosas (no como yo, que sólo os cuento mis nimiedades cotidianas) y leo por refocilarme en lo peor del género humano blogs de gentes mezquinas, frustradas y envidiosas que intentan medrar criticando a quienes son mejores que ellos. La maravillosa libertad de internet: lo mejor y lo peor en un totum revolutum (¿lo he escrito bien? No se me dan bien los latines): y lo mejor de internet: nuestra libertad para juzgar.
He estado pensando en eso: ya sé que en mi blog no cuelgo reseñas ni doy cuenta de lo que leo ni anoto comentarios interesantes. Hace tiempo que quería deciros que no es que sea medio tonto. Es que concibo este blog como una especie de diario que algún día me servirá de bitacora personal, para recordar qué hacía, a dónde viajaba... cosas así. En fin, que yo comprendo que las cosas que anoto no son necesariamente de interés general y, aún así, me abruman las estadísticas de visitas (que no os revelaré porque pensaréis que os vacilo). Bueno, me estoy enrollando. El blog que yo quisiera tener, en abstracto, sería uno como el de Jorge Ordaz o el de Martín López-Vega, algo literario, en mi estilo. Al fin y al cabo, hago crítica literaria y leo mucho. Pero no es así.
Si entráis y os sentís identificados con alguna cosa o si alguna vez os hago reir, me considero satisfecho. Yo me divierto mucho contando que vengo agotado de Sevilla o que voy a publicar una traducción de Saki. Y va, reconocedme que los fragmentos de memorias inéditas tienen miga... Pronto colgaré otra entrega.
Este sábado me voy a Setúbal un par de días. Quizá me dé una vuelta por Lisboa, algo que para mí será tremebundo porque la última vez que estuve fue en circunstancias muy distintas a esta. Pero hay que reconquistar espacios. Hasta la vuelta, mes enfants.
AHOJ,
A POR LA RECONQUISTA QUE PARA ESO ERES ASTURIANO Y LO LLEVAS EN LA SANGRE, Y NO SOLO DE TERRITORIOS SINO TAMBIÉN DE MUNDOS SOÑADOS POR LOS ÁNGELES.
BESINOS, RA.