Más allá hay dragones
Si os cuento de la estancia de Rakel en casa, si os cuento de la estancia de Marga, ¿cuánto tendría que escribir para transmitir un poco de todo ese calor? Y cuanto dijera no serviría.
Si cuento que vino a Huelva mi amigo Ricardo Menéndez Salmón, deberíais haber leído todas las novelas que ha escrito, incluso las que escribió cuando no era conocido, y entonces hablaríamos de literatura y de muchas más cosas.
Si os hablo de mi estancia en Tavira en un encuentro de escritores, podría contar que el alojamiento era en un cuartel del ejército portugués, con sus barracones para hombres y para mujeres y su rancho cuartelario y su soldado con metralleta en la puerta, todo muy propio, y hasta nos reiríamos, ja ja ja. Pero no diría nada de lo que me pasó mientras leía.
Si contara que le he ganado una batalla a un dragón pero que aún colea y hace un daño inmenso y sigue escupiendo fuego y deshace pequeñas vidas entre sus garras, ¿entenderíais algo?
Así que hablo sólo para oirme. Si me oigo, quizá tenga un sitio en el mundo, una presencia real, que yo mismo pueda percibir. Me estoy alejando de mí mismo. Pinto retratos de un completo extraño en el lienzo equivocado.
No sé quién es ese. Creía que era yo.
Los retratos no tienen que ser perfectos ni realistas. Pueden ser cubistas, dadaistas, surrealistas....
El peor dragón es el que tiene uno en el interior.
Saludos fiera.
P.d: "Creia que era yo" Deja la fe para los cristianso ;)