Lost truth, last truth
Cuando el que siempre decía la verdad -el último que quedaba, el único- mintió e hizo lo que hacían los demás (aquellos a los que siempre había denunciado), el adolescente, que lo admiraba sin tasa, perdió su última inocencia.
La vida está llena de días como el que describe. Días llenos de cosas sin aparente valor que, sin embargo, son las que sustentan nuestra existencia. Luego, de repente, un día te pasa algo fuera de lo común y ¿te atreverías a contarlo sin temor a que crean que les estás metiendo una bola gigante?