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Los placeres primarios

Otra vez me encuentro con una de esas semanas de ocio que apenas sé llenar, y me dedico al dolce far niente. Bueno, lo cierto es que escribí un artículo para una revista y la reseña de un libro para otra, pero eso no es lo que yo llamo un día de intenso trabajo, aunque me paguen por ello. Así que me pasé gran parte de la mañana en la terraza, en bañador, leyendo una novela de Santiago Roncagliolo, Abril rojo. Después de dos días de lluvia tenía mono de sol. Después de la tormenta (la vida imposible), un instinto de calma. Y dejé aflorar mi lado no sé si reptiliano o gatuno.

Fui a la biblioteca y fui castigado por retraso en la devolución (aunque hay retrasos peores que los de devolver libros) pero no me molesta que la bibliotecaria de La Antilla me castigue con una sonrisa tan seductora. Creo que la próxima vez que saque libros volveré a ser malo sólo por el castigo.

Y al final de la mañana el dios de los ociosos me premió con un nuevo encargo: traducir Suave es la noche, de Francis Scott Fitzgerald. Más que trabajo es un regalo.

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De Roncagliolo tengo que recomendar encarecidamente La cuarta espada, un libro de no ficción, pero sumamente personal, que indaga la sórdida historia de Sendero Luminoso. El comunismo como religión mortífera (valga la redundancia), la muerte como herramienta y como sublimación. Creo que dentro de poco tendré que presentarle en Huelva (qué suerte la mía), así que aprovecho para juntar trabajo y placer, que no son términos hermanos pero quizá sí primos: mi trabajo siempre es placer pero mi placer nunca es trabajo.

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Qué podía hacer sino correr al Mercadona y escoger la dorada más gorda que había entre el hielo. Y abrir una botella de vino blanco del Condado de Huelva. Soy un hombre de instintos primarios.
Ra
Ra dice:
08/03/2011 11:18

Ahoj,
que bien que ya puedes sacar del armario el bañador........
Besinos,Ra

Jose Luis Piquero
Jose Luis Piquero dice:
08/03/2011 12:07

Sí, es que era un bañador gay.

Tomas Rivero
Tomas Rivero dice:
08/03/2011 15:13

Yo cuando me retraso con la devolución de un libro (tan sólo leo poesía) la Biblioteca de Móstoles me castiga con no poder coger libros tantos días como me he retrasado en su devolución. Yo les digo que debería ser al revés: Que el lector que se retrasa en devolver el libro prestado, tres días, "obligarle" a llevarse tres libros. Si no los lee es problema suyo, pero al menos los pasea y se les va el polvo. Y posiblemente le cree hábito, y un día sin querer lo hojee. A sí se empieza.
Pero a mí no me sonríe la empleada de la Biblioteca, ante mi propuesta. Me gruñe. Y para desmoralizarla en su severo castigo le digo que me importa un bledo sus sanciones, ya que en mi casa tengo mejores libros que ellos en la biblioteca. Y encima es verdad.

Ra
Ra dice:
08/03/2011 15:18

Ahoj,
para mi gusto era guay

Jose Luis Piquero
Jose Luis Piquero dice:
08/03/2011 17:08

Hombre, Tomás, hoy debes de estar algo espeso porque esa línea de razonamiento... Se supone que al que se retrasó en devolver unos libros no hay que crearle hábito: si sacó libros en préstamo es que ya lo tenía. En cuanto a la bibliotecaria, si le dices con chulería que tú tienes libros mejores en casa te dirá que entonces para qué vas a la biblioteca.
Un abrazo.

Tomas Rivero
Tomas Rivero dice:
08/03/2011 21:26

Siempre estoy espeso. No creas: dislexias, lóbulo derecho, lóbulo izquierdo, el hambre que pasé, aceite de hígado de bacalao, falta de hierro... Pero tú también: los libros se sacan para estudiar, pocas para leer. Y ninguno para practicar lo que en él se dice. Pero permanezco espeso: al que se retrase en la entrega diez días hay que "obligarle" a que se lleve diez libros.
Así será el socialismo futuro. Como aquella vieja tribu en la que el asesino era adoptado por la familia del asesinado. Ese sí era un programa de reinserción social.

Lo de ir a la biblioteca a por libros, o no, es una militancia. En esa militancia estoy intentado que quiten los carteles de silencio. Me parece orrible, sin h, que en un lugar dónde se debería hacer vida social y platicar, tenga que estar uno en silencio. Todo dios cogiendo libros como enfadados. Y para los que quieran leer, que se les proporcione salas de lectura adyacentes. Adyacentes o que se marchen a sus casas. Total para el provecho que les sacan a los libros.

Otro día hablamos de sus lecturas favoritas: los putos "beseler".

Abrazos como páginas de libros que saben abrazar. Hay libros que no saben. Y los hay que fueron enseñados para dejar de ser libros. Esos tienen un peligro....uuuh! (con h).Yo he visto algunos intentando convertirse en escritores.

Pablo Texon
Pablo Texon dice:
10/03/2011 14:10

http://www.youtube.com/watch?v=MH41HTKd9M4

Tomas Rivero
Tomas Rivero dice:
10/03/2011 20:40

No sabia que aquí se podían dejar enlaces a vídeos musicales, canciones a goear, etc.
Joder! pues yo dejo esta:

http://www.goear.com/listen/0aa8d2a/pieces-patricia-barber

La conocí en la Biblioteca Municipal a Patricia Barber, ella dentro de su CD y yo fuera, cada uno representando su papel.