Holidays
Aunque me he tenido que quedar hasta las 4 de la mañana, anoche entregué mi traducción en su plazo: Una pesadilla con aire acondicionado, de Henry Miller, que publicará Navona a no tardar.
¡Estoy de vacaciones!
Bueno, me están esperando otros dos libros, pero no corren tanta prisa.
Ahora puedo leer a Benet (El aire de un crimen) y luego a Vargas Llosa (La fiesta del chivo); ahora puedo salir con Juan y Elsa y los niños, en vez de pasarme la mañana y la tarde en el estudio; ahora voy a okupar la piscina como un tritón desafiante; ahora quizá hasta pueda perder el tiempo suficiente como para que se me ocurra un poema nuevo.
Esta mañana noté cómo mi exoesqueleto sufría una lenta transformación y pasaba de una postura sedente a una de decúbito-supino-quiero-sol-y-una-copita-de-vino-blanco.
El mundo es horrendo, lo sé. Y yo pobre. Pero un pobre soleado y de vacaciones y ligeramente despeinado y como partícipe de la vida de los alegres y excéntricos lagartos, tal que si un dios bronceado hubiera decidido besarme en la boca...
¡Estoy de vacaciones!
Bueno, me están esperando otros dos libros, pero no corren tanta prisa.
Ahora puedo leer a Benet (El aire de un crimen) y luego a Vargas Llosa (La fiesta del chivo); ahora puedo salir con Juan y Elsa y los niños, en vez de pasarme la mañana y la tarde en el estudio; ahora voy a okupar la piscina como un tritón desafiante; ahora quizá hasta pueda perder el tiempo suficiente como para que se me ocurra un poema nuevo.
Esta mañana noté cómo mi exoesqueleto sufría una lenta transformación y pasaba de una postura sedente a una de decúbito-supino-quiero-sol-y-una-copita-de-vino-blanco.
El mundo es horrendo, lo sé. Y yo pobre. Pero un pobre soleado y de vacaciones y ligeramente despeinado y como partícipe de la vida de los alegres y excéntricos lagartos, tal que si un dios bronceado hubiera decidido besarme en la boca...