En el día de hoy
Esta mañana me ha besado el sol en la frente. Ningún despertador te levanta más rápido. Me he propuesto no trabajar los fines de semana, para establecer una diferencia entre trabajo y ocio. Pero me temo que la próxima semana volveré a trabajar sábados y domingos: para mí no hay diferencia entre trabajo y ocio; todo son formas del ocio. Así que me salí al sol a desayunar con Bécquer (me ha dado por ahí estos días).
Luego Pilar, Fernando, Eva y yo nos hemos ido a comer a un lugar insólito que no es un restaurante sino una hacienda en la que elaboran su propio vino y dan comidas. Huevos recién cogidos, verduras de la huerta y cosas así. Todo en el salón de tu casa, prácticamente. Escogimos no comer al sol porque picaba. Y finalmente un ocaso de Isla Cristina en el Faro, tomando una copa y viendo el mar y los barcos amarrados.
Iba a pedir más cosas al dios de las almas condenadas pero me pareció abusivo.
Luego Pilar, Fernando, Eva y yo nos hemos ido a comer a un lugar insólito que no es un restaurante sino una hacienda en la que elaboran su propio vino y dan comidas. Huevos recién cogidos, verduras de la huerta y cosas así. Todo en el salón de tu casa, prácticamente. Escogimos no comer al sol porque picaba. Y finalmente un ocaso de Isla Cristina en el Faro, tomando una copa y viendo el mar y los barcos amarrados.
Iba a pedir más cosas al dios de las almas condenadas pero me pareció abusivo.