El chico ese
Algunos amigos de Asturias y de Huelva me preguntan donde comprar el libro (sí, ese con el que doy tanto la brasa últimamente). Lo cierto es que la distribución está teniendo serios fallos en algunos sitios, lo cual no es culpa del editor sino de las circunstancias. Que se lo pregunten a Ángeles Prieto, que en Cádiz ha hecho una auténtica peregrinación por las librerías (gracias, guapa). Todo se irá normalizando, palabra.
En Oviedo me consta que Cervantes, Ojanguren y Trabe tienen ejemplares, igual que Paradiso en Gijón. En Huelva capital Beta tiene de sobra, mientras que Saltés, de momento, sólo sirve por encargo el libro "del chico ese". Me encanta lo de "el chico ese". Me han rejuvenecido sin querer. Así que en adelante se lo agradeceré aprovisionándome de libros en Beta.
Es bromaaa. No soy rencorosillo como otros...
En Oviedo me consta que Cervantes, Ojanguren y Trabe tienen ejemplares, igual que Paradiso en Gijón. En Huelva capital Beta tiene de sobra, mientras que Saltés, de momento, sólo sirve por encargo el libro "del chico ese". Me encanta lo de "el chico ese". Me han rejuvenecido sin querer. Así que en adelante se lo agradeceré aprovisionándome de libros en Beta.
Es bromaaa. No soy rencorosillo como otros...
Yo en Móstoles (ciudad del Cinturón Rojo, ja-ja)no lo he encontrado. Sigo. Pero no te desanimes Jose, tampoco encuentra uno a la ultima premio Nobel, Herta Mí¼ller.
En cuanto tal, te diré lo que me parece tu libro. Claro que una critica de un poeta a otro poeta, no tiene mucha "fuerza" destructora: suelen estar basadas en las envidias. De todas formas vivimos tiempos de confusión y todo y nada vale. Acertar es tan cierto, como dar en la diana una gilipollez. Esto no está mal expresado, es dislexia.
Así que a uno...dos o más, tan sólo les queda satisfacer a un grupito o clan de la tribu a la que su experiencia corresponde, a la que se debe por ser del clan.....Así se cierra el circulo, y la pescadilla se queda sin cola. En una de estas, se arranca la cabeza.
Besos revolucionarios.
(Besos revolucionarios son esos que se los das a una persona y esta los empeña para poder hacer la compra. La tercera persona los mira con desconfianza:
.- Y estos besos que me prestan, ¿para que coño los quiero yo?.
Durante unos días andan renqueantes por la casa, pero en un par de semanas, la mujer de la limpieza los arroja al cubo de basura junto a otras pelusas muertas. Los besos prestados nunca se recuperan).
Aclarado.
Tomás Rivero.