Dublineses: petición desesperada
Seguro que hay una estúpida razón por la cual una película excelentemente doblada vuelve a doblarse con mediocridad. Hay varias que yo ya me niego a ver si vienen con el doblaje nuevo. Por ejemplo, Tiburón. Por ejemplo, Dublineses.
La razón yo creo que es muy española: ¿se hizo bien? Vamos a hacerlo peor. Nos molesta lo bien hecho.
He citado dos películas (podía citar más) en las que tenía un papel importante Arsenio Corsellas, seguramente la mayor figura del doblaje español y sin duda la mejor voz. Ambas se han vuelto a doblar y las han estropeado. Es totalmente absurdo intentar oír el monólogo de Quint sobre el Indianápolis, en Tiburón, en el absurdo nuevo doblaje. Simplemente, es mejor no ver la película.
Bien, me gustaría, deseo, necesito, ansío, una copia de Dublineses en su doblaje original. Hace tiempo me la proporcionó mi amigo José Havel en vídeo VHS, y le guardo eterno agradecimiento: casi nadie se toma molestias hoy en día y él lo hizo por simple generosidad.
Pero ya ni eso puedo reproducir: mi vídeo VHS se murió y no sé ni dónde ir a repararlo. Y en internet no aparece.
Ojalá alguien me la proporcione por puro amor al arte. Si no, estoy dispuesto a pagar, y eso que soy más pobre que las ratas de Dublín.
Total: necesito, me va la vida en ello, una copia de Dublineses con el doblaje español original, en un formato digital o DVD.
Se gratificará. (Es en serio, pago por transferencia). Pero ha de ser la versión del primer doblaje.
No obstante, entregamos la bomba (Quint-Corsellas dixit).
Completamente de acuerdo, José Luis. A mí aún me hace más daño lo de Tiburón: mi película de la infancia. El pobre Robert Shaw no parece el mismo: el monólogo de su presentación al rasgar la pizarra y sus disputas con Dreyfuss no son comparables con el doblaje original. Yo ahora no la puedo ver, me niego.