Comunista de piscina
Pero nada de vacaciones. Ya he empezado la número 51, una biografía de Dalton Trumbo, de quien traduje el año pasado Johnny empuñó su fusil. Este otoño estrenan una película sobre la vida del inmenso guionista y escritor y la editorial Navona se ha apresurado, con buen tino, a comprar los derechos del libro.
¡Y qué vida! Represaliado por el Comité de Actividades Antiamericanas, pasó casi un año en la cárcel por desacato (se negó a delatar a sus compañeros izquierdistas) y fue incluido en la infame lista negra de Hollywood, lo que no le impidió escribir guiones geniales (bajo seudónimo) y ganar dos Oscar que no pudo recoger. Vacaciones en Roma, Éxodo, Espartaco, Papillón... La lista de sus películas es interminable. Y, por encima de todas, Johnny empuñó su fusil, la novela que sigue siendo el más terrible alegato anti-belicista de la literatura americana y cuya adaptación al cine dirigió él mismo.
Tengo por delante casi 300 páginas, así que me parece que voy a pasarme el verano en compañía de Dalton Trumbo. No me parece mal plan. Por ahora, con este calor, voy del teclado a la piscina y de la piscina al teclado. Y como esto lo leen mis compañeros de I love IU, me apresuro a aclarar que donde vivo las piscinas van en el lote con la casa y que vivir aquí es más barato que hacerlo en un estudio interior de 20 metros en la periferia de Madrid.
Lo que me recuerda que a algunos de los represaliados por McCarthy (como el propio Trumbo) les llamaban, con muy mala baba, "comunistas de piscina". Ciertamente, eran algunos de los más sobresalientes (y mejor pagados) guionistas y directores de Hollywood. Pero esos "comunistas de piscina" lo perdieron todo por negarse a traicionar a sus compañeros y a sus ideales. Así pues, si alguien quiere llamarme "comunista de piscina" lo aceptaré como el mayor elogio.
Ahoj.
Comunista o consumista???
Besinos Ra