Amigos en Versátil.es
Pero lo mejor de las jornadas no fueron las lecturas, no fuimos los poetas invitados. Lo mejor fueron el grupo de estudiantes de El Colmo, que lo organizaron todo y nos transmitieron un entusiasmo por la literatura que no se ve a menudo. Por lo demás, he podido leer poemas de algunos de ellos y os aseguro que en Valladolid hay una cantera potente.
Uno siempre hace pellas en algunos actos pero eran deserciones bien empleadas: charlando de la vida y los libros con Santiago Rodríguez Guerrero-Strachan, Araceli y Casilda García; o con Brenda, riéndonos mucho (básicamente de nosotros mismos); o con Ana Gorría, que me contaba con su voz de niña algo sobre un partido de fútbol entre poetas obvios y poetas elípticos; o con Antonio Lucas, otra de mis querencias poéticas. O discutiendo amigablemente con Sandra Santana, bellísima tras sus gruesas gafas, que uno quisiera ver desaparecer (las gafas). O hablando de Catulo (por ejemplo) con quien bien lo conoce, Pedro Conde Parrado.
Con quien menos hablé, no obstante, fue con una de las personas más fascinantes del encuentro, Sara R. Gallardo, que presentó mi lectura y me deslumbró con su inteligencia. A veces los tímidos no nos encontramos. Pero nos encontraremos en las palabras. Hermosísima.
Que a uno le paguen por ir a pasar dos días con gente divertida, culta e interesante es casi obsceno. Han sido días felices. No le sobran a uno.
Pues, enhorabuena, José Luis. Cuando uno está radiante se nota en lo que escribe, se transmite la empatía en el jolgorio de las palabras dichas, incluso puede que hasta en las omitidas.
UN ABRAZO