LOS INVISIBLES SE CONTAMINAN
¡Qué gente, es que no aprenden! No les bastan Obamas, psiquiatras, poleos-mentas con sacarina y ni siquera extralimitarse e irse a zonas abadesas rodeadas de espárragos y dólmenes: ¡quiá!
Ellos tienen que meterse en las balsas de los fosfoyesos, tienen que verlas in situ, rodearse del cuasilunar paisaje, hacer fotos, ser vigilados -y seguidos- por algún vigilante diligente de alguna empresa privada ¿habrían sido atacados en algún momento, si hubiesen hecho algo sospechoso a los ojos del vigilante? ¿Y qué hubiese sido lo sospechoso?
Coloco aquí alguna foto hecha por uno de los invisibles, creo que el herrero 2º, para que os hagáis una idea, y rindo agradecimiento al guía que nos condujo por aquellos vericuetos: un político ya avezado que ha sido hasta amenazado por su insistencia en contra del desafuero.
Sugiero, además, que toda la ciudadanía choquera haga esta excursión y me permito dar la idea, a quienes se mueven más en esta lucha, que contraten esos trenecitos que se pasean por la ciudad en vísperas de navidades y en verano por las playas y hagan el recorrido con el personal provisto de mascarillas (entre otras cosas para que los vigilantes no les reconozcan) y unos buenos guías que expliquen lo que se va viendo.
Quizá si la ciudadanía viese más olvidase las demagogias de distintos signos.
Esas "afotos" parece hasta que huelen, mejor dicho (y en choquero), jieden. Habría que pegar un toque a la sociedad protectora de animales para que miren por la salud de esos infelices jumentos que andan por ahí pastando a pierna suelta, con eso de que el burro "españó" está en peligro de extinción sólo nos faltaba que mutasen en cebra, o equino parecido, por atiborrarse de esos polvos. Por cierto, a los osados expedicionarios no se les ha desarrollado ningún tentáculo o pseutropo costal... ¿no...?