Usted está aquí: Inicio / El Barbonauta / Blog / HOY ME HA VISITADO UN DIOS

Y VINIERON LAS FLORES

(vídeo de amor dedicado a Concha Caballero Díaz por Manuel Gualda Jiménez)

HOY ME HA VISITADO UN DIOS

Hoy, 5 de abril de 2015, ha terminado la semana de la tranquilidad, el sosiego, la reflexión, la sobriedad, el silencio recogido, de las zapatillas y la lectura. Mañana comienza otra que nos volverá al ajetreo de lo cotidiano. Y hoy me ha ocurrido algo que de ninguna forma podía prever: me ha visitado un dios.

Pasé ante el cuarto de estar y, de reojo, vi algo sobre la mesa. Allí estaba, en su plato, el Monstruo del Espagueti Volador, dios del pastafarismo. Junto a él, una botella de néctar, no de sangre, que, al parecer, me ofrecía para degustar, compuesto de Tempranillo 50% y Cabernet Sauvignon 50%, o sea, un vino excelente.

 

foto0154
El dios me miró con la ternura de sus ojos de albóndigas bañadas en salsa de champiñones y me regaló el colador de los espaguetis, diciéndome que me lo pusiese cuando renovase el DNI como hacen ya en algunos países,

 

pero ahí demostró que, afortunadamente, es un dios falible, porque el colador no es de mi talla, como puede apreciarse en la foto que él mismo me hizo, para placer de mis orejones, dulces, como no, que exhiben su grandeza.

 

colador-pno_3



El DNI me caduca dentro de casi dos años, de modo que tengo tiempo de buscar otro colador o decidirme por este otro, de formato más guerrero. Ya veremos.

 

colador-grande



Acto seguido me dio a leer su decálogo, sobre fondo azul, como un cielo de radiante día.

 

Quedé admirado ante tanta sapiencia y racionalidad, tanto que comencé a sospechar que podía no ser un dios. Por eso he de confesaros que, en cierto modo, no os estoy diciendo toda la verdad, nada más que la verdad y sólo la verdad. No. Prestad atención, que ahora viene

 

LA REVELACIÓN

 


A diferencia de lo que la mayoría de los creyentes piensan, los dioses no nos hacen a su imagen y semejanza, sino que son ellos -los creyentes- quienes hacen los dioses a semejanza e imagen suya. Pensad, por ejemplo, si el dios de Pinochet y el de Ernesto Cardenal era el mismo. Pues bien, hoy yo he hecho al dios que me visita, cociendo los espaguetis integrales y guisando las albóndigas para, una vez mezclados, deglutir ambos manjares.

 

Y eso, porque necesito la pasta para afrontar la declaración de la renta, y la energía para luchar contra los pólenes que llegan, sean de gramíneas, olivo o plantago. Y mucha energía más para soportar las campañas electorales, en cuya lucha, si hace falta, lanzaré las albóndigas en lugar de pelotas macizas.

 

Me comí al dios y me bebí el vino. Fue como una unión común entre ellos y yo que, de inmediato, me sumió en el delicioso sopor postprandial. Comenzaba a disfrutallo cuando una voz grave, con eco musical y sin reverberación me dijo:

 

- ¡Barbonautaaa, eres, eres, ... ÚNICO!


foto01551