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CicloLitoral 2007: Miércoles 8 de agosto (Bolnuevo-Cala Cortina)

Ayer tuvimos una jornada bastante ajetreada, que comenzó con un pinchazo y gran retraso en la hora de salida, y terminó sin conexión a internet. Por el camino, tuvimos que improvisar una jaima a la vera de un pequeño oasis artificial, junto a una cala predruscosa y llena de erizos. Además, afrontamos el segundo puerto de la ruta...


Foto 1 del 8 de agosto de 2007 Foto 2 del 8 de agosto de 2007 Foto 3 del 8 de agosto de 2007 Foto 4 del 8 de agosto de 2007 Foto 5 del 8 de agosto de 2007 Foto 6 del 8 de agosto de 2007 Foto 7 del 8 de agosto de 2007 Foto 8 del 8 de agosto de 2007 Foto 9 del 8 de agosto de 2007 Foto 10 del 8 de agosto de 2007 Foto 11 del 8 de agosto de 2007 Foto 12 del 8 de agosto de 2007 Foto 13 del 8 de agosto de 2007


Para empezar, salimos tardísimo, debido, principalmente, al estreno de Josué en materia de pinchazos (esta misma tarde los amigos del Libro Guinnes de los Records nos han confimado que nunca antes nadie había tardado tanto en arreglar un pinchazo... \ ;-P ). Esto nos obligó a salir a las doce y media de la mañana, cuando el querido Lorenzo empezaba a apretar con fuerza...

No habíamos recorrido muchos kilómetros, cuando Manuel creyó ver un oasis de palmeras junto a una poco concurrida cala de Isla Plana. Dada la calor reinante, nos acercamos para comprobar si era o no un espejismo y cuando confirmamos su condición real (oasis artificial junto a una urbanización privada), decidimos detenernos y pasar allí las horas de más calor, pues un poco más adelante nos esperaba una subida tremenda.

Al poco de llegar y previendo que en un par de horas nos quedaríamos sin sombra por el movimiento del sol, Manuel ideó, una vez más, cómo improvisar una agradable jaima con un suelo-toldo y las bicicletas. Esto nos salvó de morir achicharrados, pues el calor llegó a ser sofocante y no era demasiado fácil bañarse: la cala estaba casi vacía porque su suelo estaba plagado de pedruscos y erizos...

A eso de las cinco y media de la tarde, cuando Lorenzo empezaba a flojear un poco, nos acercamos al centro de Isla Plana a comer un poco y recargar las mochilas de agua antes de subir una serie de cuestas que difícilmente podremos olvidar: las de un doble puerto que termina en la Torre de Nicolás Pérez, tras pasar por las Cuestas de Cedaceros y otras de cuyo nombre prefiero no acordarme... En esos kilómetros, que se nos antojaron interminables, sufrimos profundamente los tres, si bien El Coleta volvió a dejarnos atrás, mientras Josué y yo nos quedábamos clavados una y otra vez.

Por fin, tras sufrir muchísimo, logramos culminar la subida y emprendimos una reconfortante y rápida bajada hasta Cartagena, cuyo puerto nos dejó muy buen sabor de boca y nos permitió conocer a Ana, una simpatiquísima asturiana que nos sirvió algunos bocadillos, agua y varios refrescos.

Finalmente, cuando ya había anochecido, emprendimos el camino hacia el lugar en que pasaríamos esa noche. A falta de campings (no los hay en Cartagena ciudad), decidimos pernoctar en Cala Cortina. Una bonita, familiar, tranquila y bien equipada cala que se encuentra unos kilómetros al Sur de Cartagena. Sólo echamos una cosa en falta: la conexión a internet, razón por la cual este artículo se ha retrasado un día.

Para compensar, hoy decidimos madrugar para iniciar la etapa a primerísima hora y aprovechar las mejores horas del día para rodar, pero eso es otra historia (más concretamente, la del siguiente artículo...).

Besos y abrazos:

Manuel
archivado en: ,
marysa
marysa dice:
10/08/2007 10:04

hola chicos: se os echaba de menos, ya imaginé que había "problemillas".
teneis que hacer un "cursillo acelerado para arreglar pinchazos y demás averías", pero conformaros, mientras tanto, con haber entrado en el Ginnes.
Un hurra por El Coleta que está demostrando su buena forma, Manuel y Josué en un par de jornadas dareis el do de pecho, pero de momento conformaros con ser "el pelotón"
Manuel, estupenda la jaima, eres hombre de recursos.
Josué, me alegró mucho tu llamada de anoche. cuídate mucho.
Cuidaros todos, un besazo

piopio
piopio dice:
10/08/2007 17:46

Josué, no te preocupes los pinchazos son cosa de cogerle el truco, el siguiente lo arreglarás más rápido, echarle jabón a la cubierta cuando sea difícil montarla en la llanta.
Qué contento se te ve Manuel al lado de la mujer.
Buen viaje

Isa
Isa dice:
11/08/2007 04:56

El largo silencio de los ciclomosqueteros comenzaba a preocupar a los que esperábamos vuestras noticias. Saber que el motivo era problemas de conexión nos tranquilizó.
La improvisada jaima es una pasada...!! por lo que veo en las fotos, las bicis hacen de soporte, ¡esos chicos con recursos!. Tengo curiosidad por saber que caras ponía la gente cuando al pasar veían el chiringuito que teníais montado :-)
Al parecer ha sido una jornada dura, ya se compensará con alguna que otra mas "light".

Besos.

Manolo (coleta)
Manolo (coleta) dice:
12/08/2007 20:18

[Nota: la primera línea de este comentario hace referencia a que Manuel incluyó "Algeciras" en vez de "Cartagena" en una de las referencias de la crónica -error ya corregido-]í‚

Como habreis entendido, Algeciras nos pilla un poco lejos, despues de la larga y relajante bajada, llegamos a Cartagena, no se que tiene Manuel con Algeciras, que se la va la olla.
Marysa, Espero que despues de llevar unos dias rodando y estos jovenzuelos se pongan en forma no me dejen tirao en la carretera como una colilla, Gracias por tu animo y por estar ahí cada dia.
Isa, la gente se quedaba alucina, Manuel deberia haber intentado sacar una de esas fotos robadas para ver esas caras.
Besos.Manolo

Josue
Josue dice:
17/08/2007 19:04

Buenas de nuevo amig@s,
Con un poco de retraso, pero voy a poner unas letras sobre esta jornada, sin lugar a dudas la más dura que hemos afrontado con diferencia.
Pues efectivamente, soy el responsable, fuí yo.... HE ARREGLADO SOLITO MI PRIMER PINCHAZO!!! Lo que hace la necesidad, hace unos días también pinché y en mi casa, sentado, con un refrigerio, a la sombrita, no fuí capaz de arreglarlo (gracias Jorge por tu paciencia en estas lides mecánicas, las cuales me han servido como puedes comprobar). Cuando nos llamarón del Guiness yo pensaba que era para felicitarme pero los tios en cambio se empezaron a escojonar... (en fin, no lo entiendo).
El caso es que esto hizo que se complicara bastante el resto de la jornada, ya que tuvimos que salir con el sol apretando plenamente, por lo que a los pocos kilómetros, decidimos pararnos en lo que nos pareció un oasis.
Al final, el tal oasis, no era tan idílico, se trataba del final de una urbanización privada, sin ningún tipo de servicio (fuentes, asientos, bares), con una playa con un fondo de rocas (remito al vídeo del "el coletas" intentando salir a la orilla.. os prometo que no había bebido nada) y plagado de erizos de mar, pero era lo que había.
Lo más divertido sin duda era la cara que ponían los lugareños cuando nos ven llegar a tres forasteros en bicis, con unas pintas muy raras, y en un plis plas se montan una jaima, como la podéis apreciar en las fotos. Teníamos hasta música, los tios flipaban y se sonreían.
A esto de las 5, cuando lorenzo dejó de apretar un poquito (solo un poquito), comenzamos a rodar con buen ritmo, hasta que a los pocos kilómetros, paramos en un bar a tomar unas tapitas (a los que pensáis que nos cuídamos "demasiado bien" os recuerdo que no había ningún tipo de servicio, por lo que no habíamos tomado nada desde las 10 de la mañána).
Al rato, nos pusimos a rodar para afrontar el resto de la etapa. Amig@s, os puedo asegurar que no estábamos preparados para lo que se nos venía encima. Os confieso que lo pasé francamente mal por varios motivos: primero, acabamos de comer cuando nos pusimos a rodar, sin dar tiempo a realizar la digestión, segundo, el sol calentaba muy fuertemente aún a las 6 de la tarde, tercero, nuestros cuerpos estaban algo resentidos de la sesión anterior de la ciclolitoral y no habían tenido tiempo para recuperarse, cuarto, teníamos un claro esceso de peso Manuel y yo ("el coletas" es otra historia) y por último pero no menos importante, teníamos en frente una pendiente que me cago en el tal Nicolas Pérez, de verdad, hasta los mismísimos. Sufrí bastante y me hizo replantearme este tipo de aventura seriamente varias veces. Las rectas eran inacabables, curvas con poca visibilidad y mucho tráfico. Me recordó a alguna etapa del cabo de Gata en Almería, pero claro, eso lo hizimos con más de 500 km en las piernas. En fin, un auténtico suplicio que logramos afrontar con más pena que gloria (por lo menos por lo que a mi me toca).
Pero todo lo bueno y lo malo, tiene un fín, y este llegó y a partír de ahí disfrutamos de una larga pendiente de bajada prácticamente hasta Cartagena, con lo que los últimos 15 kilómetros los hicimos en menos de media hora, un descenso realmente bello.
Al final llegamos a Cartagena donde nos aprovisionamos frugalmente (unos bocatas, para que digáis) y nos dirigimos a una bonita, familiar y acomodada calita a las afueras de la ciudad, donde descansamos nuestros sufridos cuerpos.
Besos.

marysa
marysa dice:
19/08/2007 10:09

Yo flipo con vosotros, pedaleándo después de comer con un sol de justicia, cansados y con exceso de peso.....¡en fín! reunís todos los requisitos para ingresar en el psiquiátrico.
Josué, hoy 19 terminas la ruta y tienes que hacer solo más de 50 km. ¡cuidadito y piano!
Un besazo y llama cuando llegues. Te queremos

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