CicloLitoral 2007: Fiesta del Agua (21 al 22 de agosto)
Tras habernos echado entre dos barcos en la playa la noche anterior, a eso de las cinco de la madrugada tuvimos que cubrirnos con los suelos-toldos, tras ser despertados por un ligero chispeo. Como no parecía grave, seguimos durmiendo confiados...
Hasta que a las seis de la mañana nos volvimos a despertar, esta vez sobresaltados, por el aluvión de agua que se nos venía encima. En cuestión de segundos estábamos empapados y, corriendo, tuvimos que dejar las bicis y refugiarnos bajo el toldo de cañizo del chiringuito en que habíamos cenado unas horas antes.
Para alegría nuestra, los servicios del mismo estaban abiertos y con luz, lo que nos permitió aprovechar la obligada vigilia para recargar los móviles, afeitarnos,...
También dedicamos esas horas de continuado chaparrón para limpiar de arena mojada y empezar a secar nuestras distintas pertenencias (muy especialmente las de El Coleta, que, por desgracia,había dejado la mayor parte de su equipaje en bolsas abiertas junto a su bici, y cuando la lluvia le despertó, ya era demasiado tarde para encontrar las cosas secas).
Al cabo de un rato, cierta claridad empezó a iluminar levemente el escenario, lo que nos permitió comprobar la enorme belleza del lugar en que nos encontrábamos, perturbada únicamente por los edificios dedicados a la explotación turística.
Un par de horas después, dejó, por fin, de llover, y pudimos extender bajo el sol nuestras mojadas ropas, sacos, esterillas,... lo cual nos convirtió, durante algo más de una hora, en la inesperada y desacostumbrada atracción de la playa, destacando muy especialmente el 'mercadillo hippie' que montó El Coleta con sus empapadas cosas.
\ ;-P
Así transcurrió nuestra particular Fiesta del Agua, cuyo nombre fue inspirado por un cartel con dicho título que estaba colgado de la pared del chiringuito en que nos refugiamos del aguacero.
Por último, antes de despedirnos, os adelantamos que esta fiesta de mentirijillas derivará en una buena fiesta de verdad, ya que mientras esperábamos que escampara, conocimos a Hernán, un argentino que trabaja en la discoteca Pachá y del que ya os hablaremos en la correspondiente crónica festiva.
\ ;-)
Besos y abrazos:
Manuel
Pretendíais engañarnos ¡eh?!. ¡Pues que alivio! El título de esta crónica me había asustado un poquillo; con tantos problemas de sequía, os imaginaba participando en una de esas fiestas derrochadoras del escaso líquido elemento.
Me ha hecho mucha gracia que fuerais la atracción de la playa, ja, ja, ja..., os puedo imaginar... :-D . Está mu graciosa la foto del mercadillo.
Besos.