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Pues va a ser que no es sólo la economía y la democracia, ¿No será la ENERGíA..? ( by Pedro Prieto )

Si hay más economía, se consume más energía. Relación biunívoca e incontestable.
Pero la economía se hunde y curiosamente los titulares de los medios del pesebre y del abrevadero no encuentran relación causa-efecto alguna con la energía. Ganan en los titulares por goleada. Podríamos titular esta triste comparativa, en plan términos futbolísticos, como: "Economía, 6; Energía, 0







Curioso. Muy curioso. Resulta que vamos mal en la economía, porque gestionamos mal la economía. Se hunde la economía, porque no hemos sabido acelerar la economía. No se crea empleo, porque la economía no lo permite. La caída de la actividad económica, dicen otros, hace caer el empleo. La inflación se da porque hay crisis y el déficit se da porque hay inflación o viceversa. Agítense en la coctelera sesenta factores macroeconómicos, y vayan cargándose a unos los problemas que padecen otros. Y así, infinitas referencias circulares economicistas, que obviamente nadie entiende y que por otra parte, parece que hasta ahora no han sido capaces de mover a la revuelta ciudadana contra tamañas insensateces y referencias circulares, simples, estúpidas, y sin sentido racional alguno.
Y nadie mira a la producción mundial de energía. ¿Es el huevo la llegada a un tope mundial de la producción de la energía (peak oil) lo que ha frenado el crecimiento económico, o es la gallina de la actividad económica, que decrece y por tanto hace que se consuma menos energía?
A juzgar por los titulares en los medios de este gran pesebre y abrevadero de ideas, desde luego, se trata, ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE de la gallina de una actividad económica, que hace caer la necesidad de consumir más energía y no al revés. Pero ¿por qué no vemos algunos detalles?
Por ejemplo, el alza del precio del petróleo (que mueve el 98% del transporte mundial), ¿fue antes o después del colapso financiero de agosto de 2008?
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Por ejemplo, la dramática estabilización de la producción mundial del petróleo (cuadro de la derecha, abajo) que es el que mueve al mundo y representa 73-74 millones de barriles diarios de los 85 millones diarios que consumimos, o la paralización del ritmo de crecimiento de todos los líquidos combustibles (cuadro de abajo a la izquierda), ámbas cosas, ¿comenzaron antes o después de la crisis financiera de agosto de 2008? (Aunque luego se vea que la crisis provocó desde luego una caída adicional de la producción mundial)
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Por el momento, seguimos empeñados y centrados en que la economía no arranca y va cayendo en fosas cada vez más profundas, porque la economía no funciona o porque los economistas y los políticos (ahora ya son la misma cosa), no han sabido gestionar bien la economía. Referencias circulares por doquier. El partido va por "Economía, 9; Energía, 0 y aquí no pasa nada.
Hemos entrado en el mundo del decrecimiento por narices, no el voluntario que algunos llevábamos predicando, sin éxito alguno, desde hace varios años. Y vivimos ya inmersos en las revueltas que este forzamiento provoca en las almas simples: al que le tocan su chiringuito, se rebela como una fiera. En caso de crisis, todos los demás son prescindibles. Él o ella, por supuesto que no. Este es el Estado del yoísmo, que es un estado de permanente egoísmo e individualismo, ensalzado hasta la paranoia por filósofos de tres al cuarto y vendedores de ilusión a comisión.
Sean o seamos funcionarios, sean diputados a los que se les amaga con quitarles el coche oficial; sean ONG"™s que se quedan sin ayudas gubernamentales (estas cosas tiene el vivir en una contradictio in termini). El estado del Bienestar (o lo que considerábamos que era eso), resultó que era un estado insostenible; un estado de un relativo bienestar a costa de muchos malestares ajenos que no quisimos ver. Los policías amenazan con no patrullar si les quitan los pluses. Las enfermeras amenazan con no cuidar enfermos con el moderno sistema de usar y tirar todo el material sanitario, que ahora se restringe. Los empresarios quieren ayudas y primas (y curiosamente a veces hasta las consiguen) para supuestamente crear empleo, mientras vomitan trabajadores por millones. Los bancos solicitan más ayudas, mientras declaran indecentes ganancias. Las cajas muestran sus intestinales cuentas, desbancadas por la orgia de concesiones a amiguetes para obras faraónicas y sin sentido, pero con jugosas comisiones. Los transportistas también quieren ir a la huelga. Y los taxistas. Y hasta los intermediarios se rasgan las vestiduras y dicen "¡donde vamos a llegar, que ya no puedo ni intermediar!"
Los agricultores, están desaparecidos y las pocas veces que aparecen, van montados en tractor al Ministerio de Agricultura a pedir más ayudas. ¿Dónde fue a parar la industria? ¿Qué producimos hoy que sea realmente imprescindible para la vida?
El sector servicios pide ayuda. Unos servicios de tercera división, comparados con los oferentes de servicios como los "brokers" de Londres, que son capaces de dar la vuelta como a un calcetín a un país entero, a base de arrimarle o retirarle determinados fondos especulativos, si no se ponen de rodillas y juran que devolverán capital más intereses al 15% anual. Por supuesto, con todas las garantías jurídicas que no tienen los pequeños ahorradores de CajaSur. La iglesia, retira del Padrenuestro el perdón de las deudas y lo sustituye por el perdón de las ofensas, mientras se gasta un riñón en pedir dos riñones en la casilla de donaciones de Hacienda. Este es el circo en que nos movemos. Todos contra todos. Pero todos seguimos en la creencia que "esto durará poco y luego, habrá recuperación y a crecer otra vez como antes".
Pues nada, que con su pan se lo coman. Sigan enviciados en que la economía todo lo puede. Que con billetes verdes se puede perforar en busca de más energía hasta el centro de la Tierra. Que se pueden hacer lanzaderas con billetes de 500 Euros para ir a la Luna a por más energía y así seguir creciendo, seguir creando empleo (¡ah, que letanía ésta del empleo a toda costa, que ahora se llama mantra !). Sigan creyendo que esto aguantará lo que le echen. Sigan creyendo que esto lo arreglará Rajoy. Sigan creyendo que esto es cuestión de "hacer los deberes" (¡quien demonios exige hacer los deberes a un gobierno supuestamente soberano?
Decía un amigo, que la deuda mundial alcanza los 600 billones de Euros. Y que el PIB mundial son 60 billones de Euros. Pues muy bien. Sigan así, sin hacer cuentas de la vieja. Sigan sin preguntarse como el mundo va a pagar diez años de su vida exclusivamente (sin hacer ninguna otra cosa, ni siquiera comer) para resolver esa deuda. Sigan sin preguntarse QUIENES SON LOS ACREEDORES de esas cantidades.
Sigan, sigan. Sigan pensando que España que se ha apretado el cinturón 17.000 millones de agujeros, va a recuperar la confianza de los "Mercados" (¿Quién demonios serán los "Mercados"?), cuando la deuda teórica es, creo, no me hagan mucho caso porque hay deudas de todo tipo, de unos 300.000 millones. Qué más da. Sigan así.
Sin exigir la vuelta de Torquemada para poner en la pira a los ACREEDORES de esas teóricas inmensas deudas nacionales y mundial, por haber realizado la mayor usura que jamás conoció el universo y seguir insistiendo en que tienen derecho a exigir "pasar la lección" o a obligar a hacer los deberes a gobiernos teóricamente soberanos. Sigan sin cuestionarse a fondo el sistema, peleándose entre ustedes por las migajas del negocio: ¡son los funcionarios, que sobran! Dicen unos. Otros creen que sobran los publicistas (seguramente tienen más).
Sigan, sigan...