Alguien debería aconsejar al Rey, por su propio bien, que de una vez por todas aparte el dedo del gatillo.Tampoco estaría de más preguntarse si se pueden mantener con dignidad y coherencia unos Premios Príncipe de Asturias, que gozan de tanto prestigio internacional por su reconocimiento de la cultura, las artes, la investigación y los valores humanos y sociales, con las noticias que de vez en cuando nos llegan de las prácticas monárquicas. ¿Y dicen que la reina es vegetariana?...
UN BRINDIS por ti.
Alargaor, como siempre muy oportuno. Los vicios reales no han cambiado desde los tiempos de los reyes asturianos de hace centurias. Solo han cambiado las ballestas por los rifles con miras telescópicas.
Salud.